La Audiencia de Málaga ha condenado a una pareja, vecina de la capital, a penas que suman en total ocho años de cárcel por un delito contra la salud pública, ya que la Sala considera probado que ambos vendían sustancias estupefacientes en los alrededores de su domicilio, algo en lo que, al menos en una ocasión, intervino su hija menor de edad en ese momento.
Los hechos tuvieron lugar en marzo del año pasado, cuando, según ha declarado probado la Audiencia, la Policía Nacional organizó un operativo ante la sospecha de que uno de los procesados, en concreto el hombre, que ya fue condenado en 2011 por un delito similar, podía estar dedicándose a la venta de droga en su casa, ubicada en una barriada de Málaga capital.
En dichas vigilancias, los agentes observaron al acusado y a la pareja de éste intercambiando con supuestos clientes dinero y envoltorios, que, después de ser interceptados varios de ellos, pudieron comprobar que contenían una mezcla de heroína y cocaína. A raíz de esto, la Policía solicitó autorización para proceder al registro del domicilio de los procesados.
Según la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, previamente, los agentes que esperaban a la comisión judicial vieron cómo el hombre llegó y "sacando un paquete de plástico que contenía diversos pequeños envoltorios comenzó a entregarlos a cambio de dinero". Así, una vez terminó con la mercancía, se acercó a su esposa, quien "le entregó más dosis", que ambos vendieron.
Más tarde, continúa el relato, y "una vez agotada una segunda remesa" de droga, el procesado avisó a su hija, menor de edad en ese momento, "para que le trajera más dosis, acudiendo la menor al lugar portando un paquete que contenía más envoltorios y entregándoselo a su madre, quien continuó en la labor de venta, escondiendo la mercancía debajo de una piedra entre transacción y transacción".
Ante esto, los agentes procedieron a la detención de la pareja y se incautaron de lo que quedaba de mercancía, esto es, cuatro envoltorios que contenían una mezcla de heroína y cocaína, con un peso total de 0,45 gramos, siendo su valor de mercado de unos 33,9 euros. Por otro lado, intervinieron en total 383 euros procedentes de las ventas ya realizadas.
La mayor parte del dinero fue incautado en el cacheo realizado al hombre, mientras que la mujer llevaba 97 euros, y el resto fue encontrado en el interior del vehículo. La defensa de los procesados aceptó la calificación del fiscal, dice la resolución, en la que se apunta que la prueba la constituye el reconocimiento de los hechos por los procesados y los agentes de la Policía Nacional.
Por esto, la Sala condena al hombre y a la mujer por un delito contra la salud pública, concurriendo, en el caso de él, la agravante de reincidencia, por lo que se le impone una pena de seis años de prisión y una multa de 150 euros; mientras que a ella, la Audiencia la condena a dos años de cárcel, al tener menor participación, y a una multa de igual cuantía.
En cuanto a la hija, la Fiscalía de Menores de la capital sigue un proceso por la participación de la menor en los hechos, al considerarla, supuestamente, autora de un delito contra la salud pública, dice la sentencia. Asimismo, inicialmente estuvo imputado un tercer individuo, también con antecedentes penales, que fue declarado en rebeldía por el juzgado que investigó el caso.
