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¡Bienvenido domingo, bienvenida Feria otra vez!

El encendido del alumbrado, precedido de nuevo después de dos años por fuegos artificiales, abre la puerta a la fiesta grande del año

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"Ooohhhhhh, Ooohhhhhh…!”. Esta exclamación anoche entre los jerezanos era automática cada vez que explotaba el  fuego artificial de turno y veían sus diferentes efectos. Se notaba que había morriña de este momento y, por qué no, también de volver a lo de siempre, a recuperar el día que recortó el Ayuntamiento como medida de ahorro para el comienzo de la Feria del Caballo hace dos años. Pocas citas tienen un poder de convocatoria como ésta. “Corre que no llegamos”, le decía una amiga a la otra mientras ponía un pie en la puerta principal. “Con el derecho, por Dios”, agregaba la otra. Sólo eran las nueve y media, pero había que “coger sitio” para disfrutar del espectáculo (si siempre tuviésemos las mismas prisas para todo...).


Los más afortunados aterrizaban en el Real recién llegados de la playa, porque las temperaturas de más de 30 grados casi obligaban a ello, y las futuras flamencas empezaban a santiguarse pensando en lo que se les viene encima. “¡Qué calor vamos a pasar!”, comentaban resignadas aunque con una sonrisa de oreja a oreja.  Pero la Feria de Jerez es mucho más que eso, y las sevillanas, la copa de fino, el rebujito y, sobre todo, las ganas de pasar página al menos durante unas horas a los problemas cotidianos no entienden ni de calor, ni de pisotones, ni de lo que supone vivir esta semana ininterrumpida de fiesta en la que este año el vino es más protagonista que nunca. Como dice la archiconocida sevillana de Cantores de Híspalis Que no nos falte de na, que no, que no, aunque sólo sea en la canción.


Volviendo al vino, nadie duda que siempre fue protagonista, y de hecho en estos siete días los jerezanos tiran más del catavino que a lo largo de todo el año, pero su capitalidad europea en Jerez este 2014 casi obliga a ello, de ahí que esta edición esté dedicada a Recevin (la Red Europea de Ciudades del Vino). Y seguimos con la cantinela.

Y con la luz lo teníamos “todo”
Ya sólo faltaba la luz para tenerlo “todo”. Y por fin, como manda el protocolo, la alcaldesa, María José García Pelayo, activaba en el templete municipal el botón encargado de iluminar todo el recinto ferial del González Hontoria. Lo hacía acompañada por el presidente de Recevin, Pietro Iadanza, el presidente de Acevin, Diego Ortega, así como el presidente de Euroequus, Rui Lince Medinas y los representantes de las ciudades integradas en las tres asociaciones y buena parte del Gobierno local.


“¡Ooohhhhh!”. Volvíamos al principio pero ahora además con aplausos. Tocaba mirar de nuevo al cielo. Un total de 1.040.820 puntos de luz -este año Fiestas se ha estirado un poco más, aunque la crisis sigue- ponían la nota de color a la fiesta. Con una potencia de 3.515.320 serán, esta bombillas serán testigos cada noche desde ayer de los bailes, los reencuentros de amigos, los despistes de más de uno y el paseo de turistas y jerezanos (Ay, si las bombillas hablaran...). Lo harán distribuidas a lo largo y ancho de  52 pórticos, 176 arcos, 144 castilletes, 14 guirnaldas y 77 proyectores Aplausos y más aplausos. Este año, además, el alumbrado ha llegado a otras zonas también por motivos de seguridad que hasta ahora estaban a oscuras.  ¿Será suficiente? Familias al completo, muchos carritos donde los ‘novatos’ miraban atónicos de un lado a otro los efectos de tanta  bombilla junta, reuniones de amigos y, por supuesto, el turista que echa fotografías a diestro y siniestro, un clásico. Nosotros tiramos más de móviles y, por supuesto, de redes sociales. Hashtag como #FeriadeJerez2014, #FeriadelCaballo, #asieslaferiadejerez escenificaban el momento, con anécdotas incluidas, sin dejar títere con cabeza, y es que para los más críticos esta herramienta puede resultar de lo más terapéutica. 

¿Y ahora qué?Pues queda por delante una semana entera de fiesta. Que cada uno se organice como pueda. Después de dos años, el lunes recupera su coletilla de “comidas de empresas”, por llamarlo de alguna forma, pero, ¿sigue pagando el jefe?, mientras que el martes es de nuevo una de las dos jornadas del Día del Cacharrito, en la que los precios de las atracciones serán de 1 a 1,50 euros. El segundo día más económico para que sus hijos o sobrinos no arrasen con el presupuesto será el último domingo, en el que costarán de 2 a 2,50 euros. El resto ya corre de los bolsillos de cada uno. Consejos: olvidaros del móvil por unos días, y recordad que el WhatsApp se colapsa. ¿O es que ya nadie se acuerda de una Feria como la de antes?.

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