El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, cumple hoy dos años desde que entró en la embajada de Ecuador en Londres para solicitar asilo y evitar su extradición a Suecia, donde es requerido por unos supuestos delitos sexuales.
Con motivo de este segundo aniversario, Assange ofrece hoy una rueda de rueda -a las 16.00 GMT- en la legación diplomática, en la que participará desde Quito y a través de videoconferencia el ministro ecuatoriano de Asuntos Exteriores, Ricardo Patiño.
El "exhacker", de 42 años, no puede salir de la embajada porque sería inmediatamente detenido, ya que las autoridades británicas se niegan a facilitar un salvoconducto que le permita viajar a Quito.
Aunque su situación se presenta difícil de solucionar a corto plazo, Assange anunció ayer medidas para impulsar su caso, que incluyen una petición a la ONU para que investigue una posible violación de sus derechos y otra al fiscal general de EE. UU., Eric Holder, para que disuelva el Gran Jurado que persigue a WikiLeaks.
Su equipo legal también presentará el próximo martes unos nuevos documentos ante la Fiscalía sueca, que le reclama para interrogarle por presuntos delitos sexuales cometidos en 2010.
La solicitud de asilo que hizo Assange a Ecuador hace dos años se produjo al término de un largo proceso de extradición en los tribunales británicos, que fallaron a favor de su entrega a Suecia.
El periodista, que ha hablado con medios internacionales por videoconferencia en varias ocasiones, fue centro de una gran atención mediática hace unos años cuando WikiLeaks divulgó documentos sobre las actividades de Gobiernos autoritarios y la actuación poco ética de países occidentales.
Los documentos más polémicos fueron los relacionados con la guerra de Afganistán (2001) y la guerra de Irak de 2003, conseguidos de filtraciones del soldado estadounidense Bradley Manning.
Assange fue detenido en Londres el 7 de diciembre de 2010 a petición de Suecia, lo que inició un proceso legal que terminó el 30 de mayo de 2012, cuando la Corte Suprema, máxima instancia judicial británica, dio luz verde a su extradición.
El Gobierno ecuatoriano ha insistido en que está comprometido a defender los derechos humanos de Assange.
Ante la negativa de Londres a conceder a Assange un salvoconducto, los Gobiernos británico y ecuatoriano crearon el año pasado una comisión de juristas para solucionar el caso.
Sin embargo, el australiano reveló ayer, en una teleconferencia con la prensa, que el Ministerio británico de Exteriores "canceló unilateralmente" esa comisión de juristas tras conocer que había ayudado a huir a Moscú al exagente de la Agencia Nacional de Seguridad de EE. UU. (NSA, siglas en inglés) Edward Snowden.
Esto prueba, señaló Assange, que Londres trata su situación no como un asunto de asilo sino de "seguridad nacional", lo que alimenta sus sospechas de colaboración con Estados Unidos.