La Plataforma Medioambiental de Rota ha sido el primer colectivo en dar su balance del festival AlRumbo, a falta del balance general que se espera por parte de organizadores y Ayuntamiento. Esta Plataforma, conformada por varios partidos políticos, asociaciones y colectivos, ya quiso poner en alerta a la ciudadanía sobre las posibles consecuencias del festival y de la gran cantidad de gente que atraería para la zona donde se ha celebrado, y ahora que se ha desarrollado y se han evaluado sus efectos, para la Plataforma se han producido "evidentes fallos de planificación".
Según explicaba Juan José Gómez, que actuaba como portavoz de la plataforma, aunque desde el Ayuntamiento se anunció en rueda de prensa que se llevaba trabajando ocho meses en la planificación de este evento musical, con la celebración de una Junta Local de Seguridad, y otras reuniones previas, no se ha sabido asumir la presencia de las 90.000 personas que se esperaban, ya que "faltaba capacidad para acogerlas, así como de infraestructuras para higiene, y sobre todo de alojamiento". La principal consecuencia ha sido que el pinar de Rota se ha visto "invadido masivamente por tiendas de campaña".
Desde la plataforma denuncian, y de hecho van a presentar una denuncia formal ante el SEPRONA, "este tipo de "excepcionalidad, una excepcionalidad que ha provocado que el pinar se llene de tiendas de campaña, que hayan jugado con la seguridad de miles de jóvenes, y con los pinares de Rota, el pulmón verde de la localidad del que tanto hablan". Ante esta circunstancia se ha optado por denunciar ante el SEPRONA esa "excepcionalidad" que "se ha permitido y que ha desbordado tanto a la Policía como a todos los estamentos", y consideran que "hay que depurar responsabilidades para evitar este tipo de agresión ya no solamente a la seguridad de los jóvenes sino a especies protegidas como el camaleón o el chorlitejo que viven en esos espacios protegidos que se han arrasado de forma bestial".
Desde la plataforma han recordado como hace algunos meses acudía a Rota el delegado territorial de Medio Ambiente con motivo de la realización de un desbroce en la zona de pinares cercana a las dunas para mejorar el ambiente de cría del camaleón. "Precisamente esas zonas han sido las más afectadas por las acampadas", han señalado desde el colectivo.
Además, la Plataforma medioambiental señala que a esto se suma el "peligro constante de incendio", ya que aseguran que se han realizado hogueras en la playa, e incluso se han llegado a usar camping gas para cocinar en los pinares, "una ruleta rusa en la que se ha jugado con los jóvenes y la masa forestal".
Por otra parte, desde el colectivo han querido transmitir su felicitación de la Policía Local por su trabajo durante el festival, ya que "a pesar de los pocos medios con los que se les ha dotado, manejar una masa como la que allí se ha acumulado es digno de mención". Pero no solo la Policía se ha desbordado, explican desde la Plataforma, "sino todos los medios dispuestos, a pesar de saber que se esperaban del orden de 90.000 personas". Denuncian que los jóvenes no tenían suficientes zonas de aseo, y han tenido que hacer sus necesidades en los pinares y se han duchado con geles y jabones en la playa, cuando no está permitido. Además, han aparcado en zonas estrictamente prohibidas en plena carretera, saltándose numerosas normas al aparcar además en zonas privadas, parcelas con hierbas altas con riesgo de incendio... "se podría haber generado un desastre humanitario, estamos hablando de algo muy grave", señalan desde la Plataforma.
Otro de los aspectos denunciados han sido los precios abusivos de las zonas de aparcamiento. Para Manuel Carmona, otro de los miembros de la plataforma, "es intolerable que se aproveche el festival para esta subida desmesurada del precio de los aparcamientos, que debería estar regulado desde el principio".
El problema de las acampadas indiscriminadas responde, según la Plataforma Medioambiental, a la "avaricia desmesurada de los organizadores, que han vendido muchas más entradas que capacidad tenían para albergar a todas esas personas, algo que tiene fácil solución para próximas ediciones, pero el dinero no puede estar por encima de todo: no todo vale", se quejan desde el colectivo.
La Plataforma señala, no obstante, que siguen siendo partidarios de que Rota acoja el festival y sea "un lugar de encuentro", pero "dotados de unos parámetros mínimos de seguridad para que no suponga un peligro poder disfrutar de tres días de playa, sol y música, puntos que no se han tenido en cuenta ni desde la organización, ni desde el Ayuntamiento, que es quien tiene que velar porque estos puntos se cumplan".
Han vuelto a solicitar que se convoque al consejo sectorial de medio ambiente, del cual ya solicitaron una reunión previa al festival que no se realizó. Ahora piden que se convoque para prevenir que en futuras ediciones del festival no supongan las consecuencias que ha tenido tanta acumulación de gente en un mismo punto. También han preguntado por el coste que ha supuesto el trabajo de recogida de residuos de Aremsa, "que ha hecho un trabajo espectacular durante y después del festival. Pero todo eso lo paga el Ayuntamiento, y quizás los costes deberían repartirse con la organización".
