El diputado general de Álava y secretario general del PP alavés, Javier de Andrés, cree que ETA sigue ejerciendo "una presión enorme" sobre los presos etarras y considera que es la banda armada la que les "está impidiendo que adopten posiciones de reintegración de la sociedad".
El dirigente popular alavés ha afirmado también que es la posición de "exigencia" del Gobierno central la que está "haciendo ver a ETA la necesidad de que sea ella la que cambie" y la que está acabando con su "arrogancia".
Por otra parte, en declaraciones a Europa Press, ha considerado que es una "barbaridad" la posibilidad de que ETA se convierta en una organización civil porque su "fracaso" es "tan grande en todos los términos", que tiene que "desaparecer en todos los ámbitos, en todos los extremos".
"Ha sido una fracaso, nació, causando daño desde su inicio, con un proyecto político que es totalitario y, desde luego, no hay nada sano que rescatar de ETA. Me parece una desfachatez el pretender sacar una parte de ese engendro que hemos padecido todos", ha añadido. De Andrés ha asegurado que el "recuerdo y la presencia de esas siglas en activo" es "una ofensa".
PRESOS
Por otra parte, De Andrés cree que ETA siempre ha ejercido una "presión enorme" sobre los presos y "ahora lo sigue haciendo". A su juicio, ahora los reclusos son "su herramienta" y considera que es ETA la que "está impidiendo que adopten posiciones de reintegración de la sociedad y de separación de aquello que les ha llevado a estar en la cárcel".
Preguntado por si puede haber nuevos pasos de ETA, después de que anunciara el 21 de julio que había desmantelado sus estructuras logísticas, el dirigente del PP alavés ha señalado que no descarta que ETA "siga haciendo cosas" porque la política que está ejerciendo el Gobierno de España "está dando su resultado".
"La posición de exigencia del Gobierno de España esta haciendo ver a ETA la necesidad de que sea ella la que cambie y la que se avenga a la realidad, que como digo es exigente, y es posible que siga haciendo cosas", ha añadido.
Por lo tanto, ha defendido mantener la "política exigente" con ETA para que "modifique su arrogancia, su soberbia" y siga "sin empuñar las armas y también con una renuncia total a su causa y a sus métodos".