El colectivo de bomberos de la capital se movilizó ayer en una concentración en la Plaza de Santa María, ante la Catedral para denunciar que tienen “un déficit estructural de plantilla que conlleva que se les nombre numerosos y reiterados servicios extraordinarios para cubrir el día a día, además no se les abona conceptos salariales como las salidas a la provincia o los servicios nocturnos”, según explicaba ayer Enrique García, responsable del Sector de Administración Local de CSIF.
A eso se le une la contratación durante el verano de 14 bomberos, que aseguran que no contaban con la formación necesaria por lo que podían poner en peligro la vida de la población por la falta de la experiencia adecuada.
Además de los bomberos, se concentraban ante el Ayuntamiento empleados públicos municipales, ya que según García “bajo la excusa de mejorar la productividad, la Administración utiliza como herramienta la congelación salarial, eliminación de pagas extraordinarias, bajada de sueldos y la supresión de los derechos de los empleados públicos”.
Ayer salieron a la calle “exigiendo sensatez y respeto a los trabajadores” que “han sacrificado sus derechos durante dos años con la suspensión del convenio colectivo”, además de llevar cinco años de congelación salarial.