“Insulza afirma que para entrar en la OEA, Cuba tiene primero que ser aceptada por la institución. Él sabe que nosotros no queremos ni siquiera escuchar el infame nombre”, dice el ex presidente de 82 años en el escrito, divulgado por medios oficiales.
La OEA “no ha prestado un solo servicio a nuestros pueblos; es la encarnación de la traición. Si se suman todas las acciones agresivas de las que fue cómplice, estas alcanzan cientos de miles de vidas y acumulan decenas de años sangrientos”, añade Castro.
En su opinión, “la OEA tiene una historia que recoge toda la basura de 60 años de traición a los pueblos de América Latina”.
El ex gobernante responde a unas declaraciones en las que Insulza afirma que “Cuba debe expresar claramente su compromiso con la democracia si quiere regresar a la OEA, como demanda un creciente grupo de gobiernos latinoamericanos”.
El gobierno de Fidel Castro fue excluido de la OEA en 1962, días antes de que el entonces presidente estadounidense John F. Kennedy ordenara el embargo comercial de Cuba, y simultáneamente la mayoría de los países americanos rompieron entonces relaciones diplomáticas con La Habana.