La Policía de Israel ha anunciado este jueves que, tras llevar a cabo un análisis de la situación de seguridad, reabrirá la Explanada de las Mezquitas durante la jornada del viernes, tras permanecer cerrada un día después del intento de asesinato de un activista ultraderechista israelí.
Según las informaciones recogidas por el diario israelí 'The Jerusalem Post', únicamente podrán acceder al recinto religioso aquellas personas mayores de 50 años. Israel impone de forma frecuente restricciones al acceso de fieles musulmanes alegando motivos de seguridad.
Por su parte, el portavoz del Gobierno jordano, Mohamad Momani, ha asegurado que los esfuerzos de Amán, encabezados por el rey Abdalá, han sido fundamentales de cara a la reapertura del recinto, tal y como ha recogido el diario 'The Jordan Times'.
Momani, quien es también ministro de Comunicación, ha recalcado que las órdenes del monarca al Gobierno jordano y sus duras críticas ante la comunidad internacional ante las medidas unilaterales israelíes han llevado a la reapertura de la Explanada de las MEzquitas.
Asimismo, ha manifestado que Jordania contempla todas las medidas de seguridad necesarias para poner fin a las "violaciones" cometidas por Israel contra los lugares sagrados musulmanes en Jerusalén Este.
Las autoridades israelíes ordenaron el cierre de la Explanada hasta nuevo aviso después de que fuese tiroteado Yehuda Glick, portavoz de una organización que reclama la entrada de los judíos en la Explanada de las Mezquitas, quien se encuentra hospitalizado en estado grave.
La Policía de Israel ha confirmado que ha matado al presunto responsable del crimen, Mutanaz Hijazi, miembro de Yihad Islámica --considerado como un grupo terrorista por Israel-- en el curso de un tiroteo durante una operación de arresto en el barrio jerosomilitano de Abu Tur.
"DECLARACIÓN DE GUERRA"
La Autoridad Palestina ha descrito este jueves como una "declaración de guerra" la decisión de Israel de cerrar los accesos a la Explanada de las Mezquitas, ya que considera que se trata de una "línea roja" que el Gobierno de Benjamin Netanyahu no debe traspasar.
Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente palestino, Mahmud Abbas, ha advertido de que "atacar los lugares sagrados para musulmanes y cristianos es una línea roja" y ha dicho "no permitirán" que se cruce.
Abu Rudeineh, que ha hablado de "declaración de guerra" y de "agresión", ha culpado al Gobierno israelí de la escalada de violencia en Jerusalén, tal y como ha informado el periódico israelí 'Haaretz'. La decisión israelí no tenía precedentes desde la Guerra de los Seis Días, en 1967.
Por su parte, Netanyau ha salido al paso para pedir calma. "Ninguna de las partes debería tomarse la justicia por su mano. Necesitamos actuar ahora con sangre fría, responsabilidad y determinación, y eso es lo que haremos", ha añadido.
El primer ministro israelí, sin embargo, ha aprovechado para acusar a la Autoridad Palestina de sumarse a la "incitación" de la violencia, junto a "elementos radicales islamistas". Netanyahu ha recomendado a la población judía que se abstenga de acudir a la zona de la Explanada de las Mezquitas hasta que la situación se calme.