Los cuerpos de las dos niñas de 7 y 9 años encontradas muertas después de que su padre se suicidara tirándose desde un puente han sido trasladadas esta noche hasta el Instituto de Medicina Legal de Oviedo, donde les será practicada la autopsia en las próximas horas.
El traslado ha tenido lugar poco antes de las 23:00 horas, unas tres horas después de que los agentes de la Guardia Civil entrasen en el domicilio paterno y se encontrasen con los cadáveres de las dos niñas.
Previamente, a las 18:00 horas, la Guardia Civil había localizado el cadáver de J.I.B.A, de 55 años, bajo el viaducto de la Concha de Artedo, en la autopista A-8, uno de los más altos de Asturias.
El suicida había dejado su coche en la misma autovía, hecho que llevó a la Guardia Civil a rastrear la base del viaducto, donde fue hallado el cadáver.
Por el momento, la Guardia Civil no descarta ninguna posibilidad a la espera de que acabe la inspección del inmueble que llevan a cabo agentes de la Policía Judicial y del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, pero baraja como principal hipótesis que el hombre se arrojó por el puente después de acabar con la vida de las dos niñas.
Fuentes cercanas a la investigación han señalado a Efe que en el domicilio donde fueron encontradas muertas, situado en la urbanización El Carrizal, había restos de sangre en el felpudo de la entrada.
Las niñas vivían habitualmente con su madre, que se había separado recientemente de su marido, y estudiaban en el colegio Gloria Rodríguez de Soto del Barco, localidad que dista escasos kilómetros del domicilio paterno.
La Guardia Civil accedió a la casa donde residía el fallecido después de que la familia alertase de que las dos niñas debían haber entregadas a la madre esta tarde por su padre y que no sabían nada de ellas.
San Juan de la Arena es una localidad costera de poco más de 1.500 habitantes que forma parte del municipio de Soto del Barco y que se encuentra a unos 45 kilómetros al oeste de Oviedo.