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Córdoba

Condenado a prisión un acusado de estafar unos 1.800 euros tras hacerse pasar por procurador

A un año y seis meses

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El Juzgado de lo Penal número 1 de Córdoba ha dictado una sentencia por la que condena a un hombre a la pena de un año y seis meses de prisión y el pago de una indemnización de unos 1.800 euros, tras supuestamente estafar a una mujer que le abonó una cantidad que ronda la citada después de hacerse pasar por procurador para diversas gestiones.

   Según recoge la resolución judicial, a la que ha tenido acceso Europa Press, se da por probado que el procesado entabló amistad con una mujer y "se fue ganando la confianza de esta", a la que "hizo creer que era una persona instruida y con recursos para hacer con éxito gestiones administrativas y judiciales varias".

   De este modo, consiguió que la mujer confiara en él, y entre el 20 de enero de 2010 y el 15 de febrero de 2010, la afectada le hizo varias entregas de dinero con "la promesa del acusado de realizar diversas gestiones a su favor", según expone la magistrada.


   Así, supuestamente le entregó 600 euros para gestionar "un crédito en negro" a favor del que había sido su pareja; otros 600 euros para gestionar "la realización de un convenio regulador de la separación" de su expareja, con quien tenía una hija, y otra cantidad que no está probado que exceda de los 300 euros que le entregó para gestionar la venta de una casa que ella tenía en un pueblo, pues el acusado le dijo que "ese dinero era para abonar todos los saldos pendientes del inmueble antes de su venta".

   En estas operaciones, el hombre le hizo creer a la mujer que "era procurador", al tiempo que posteriormente le pidió más dinero para "ulteriores trámites", de manera que ella le entregó otra cantidad que no consta que exceda de los 300 euros.

   Días después, en marzo 2010, el procesado se concertó con el padre de la mujer para pedirle 400 euros, pero como al progenitor "le infundió sospechas, que le confirmó un vecino del acusado", no le entregaron más dinero y denunciaron lo sucedido.

   Al respecto, la juez señala que el acusado "no devolvió el dinero recibido, ni hizo ninguna de las gestiones falsamente prometidas". Ante ello, considera que los hechos declarados probados son constitutivos de un delito continuado de estafa.

"UNA MANIOBRA MENDAZ"

   En este sentido, apunta que "la actitud del acusado de hacer el ofrecimiento de gestiones varias a sabiendas de que era de todo punto imposible su realización, al no ser procurador ni gestor, constituye dolo antecedente, que merece la tipificación penal de la conducta".

   Además, señala que en el relato de los hechos probados se describe "una maniobra mendaz" por el acusado que produce la creencia en la señora, "de la que se hace amigo íntimo", que se trata de un gestor, procurador en este caso, que "puede llevar a buen fin las diversas gestiones" que ella le encomienda, y por ello la mujer le va haciendo entregas de dinero, "lo que produce el enriquecimiento" del acusado, que "nunca inició ni concluyó ninguna de las gestiones prometidas a cambio del dinero que la mujer le entregó, con el perjuicio de la señora".

   Por otra parte, indica que el procesado admite que conoce a la mujer porque le dio unos 320 euros para "alquilar un piso" propiedad del acusado a una amiga de la mujer, pero niega que la afectada le entregara el resto del dinero --los 600 euros para "sacar un préstamo en negro" a la expareja; los 600 euros para el convenio regulador, y en torno a otros 600 euros para la gestión de venta de la casa--.

   No obstante, la sentencia destaca que la afectada ha sido "persistente y su relato viene corroborado por lo que afirma su padre, y alguno de los hechos que reconoce el acusado", al tiempo que el progenitor afirma que "comprobó que el acusado no era procurador y que tampoco había hecho ninguna de las gestiones encomendadas y pagadas de antemano por su hija; añadiendo que a él le pidió 400 euros que no le entregó porque descubrió el engaño".

   En cualquier caso, la magistrada apunta que de las declaraciones de dos testigos y de los hechos que admite la persona acusada "sin dudas razonables ha quedado probado que el acusado recibe varias entregas de dinero a cambio de gestiones que sabía de antemano no iba a realizar".

"CON ENGAÑOS"

   Es más, agrega, "le siguió pidiendo más dinero al punto que ella ya no tenía capacidad económica y al final tenía que entregarle menos de lo pedido o recurrir a su padre", al tiempo que señala que "le hizo creer a la mujer, de menor nivel educativo que el acusado, que estaba en disposición de arreglarle todos esos 'papeleos' y así fue consiguiendo engañarla y que le fuera entregando esas cantidades de dinero".

   Por tanto, sostiene que "todos estos indicios permiten concluir sin dudas razonables que con engaños logró de la mujer esas entregas de dinero, sabiendo desde el principio que no iba a realizar ninguna de las gestiones, como así fue".

   Igualmente, aunque la defensa alega que "no hay recibos" y que "las entregas del dinero se hacían en un piso --de citas-- y en un bar", la juez señala que "ese era el ambiente en que se movía la señora y ello no puede convertirse en razón de peso para dudar de su testimonio de cargo, máxime cuando tampoco el acusado da explicación coherente y tampoco niega que conociera a la señora, si bien minimiza la relación".

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