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“No podemos dejar esto en una manifestación epidérmica”

Fray Felipe Ortuno Marchante anima a los cofrades de la ciudad a profundizar en sus raíces para evitar que las manifestaciones propias de estas fechas se queden en meros acontecimientos culturales o folkóricos

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  • Fray Felipe Ortuno

El mercedario fray Felipe Ortuno Marchante -asistente eclesiástico del Consejo local de la Unión de Hermandades- ha advertido de la posibilidad que existe de que todo aquello cuanto rodea a la Cuaresma y la Semana Santa se termine convirtiendo en una manifestación estrictamente cultural y folklórica, perdiendo así buena parte de su razón de ser. “Hay que buscar las raíces del por qué hacemos todo lo que hacemos y a dónde nos lleva lo que hacemos, porque de lo contrario nos podemos perder en florituras, que son bonitas, pero hay que ir a lo esencial”, subraya.
En este sentido, subraya que los cofrades no pueden “dejar todo en una manifestación puramente epidérmica”. “Yo no estoy en contra de la epidermis, pero hay que profundizar”, apostilla. Eso no implica que haya que “despreciar” nada, “porque todo confluye y tiene un sentido, pero hay que ir a lo fundamental, a lo importante”.
Fray Felipe Ortuno estuvo este pasado martes en el programa Luz de Pasión, que se emite semanalmente en Ondaluz Jerez, dejando algunas reflexiones propias del tiempo litúrgico que acaba de iniciarse. “Alguien decía que nuestro ángulo de visión había bajado 45 grados, hacia la canastilla y los pies de los costaleros. Ahora tenemos que volver a subir ese ángulo. Se trata de elevar la mirada al titular y que el titular nos lleve al corazón. La Cuaresma es ir al corazón de lo que significa todo esto”, afirmó.
Ortuno Marchante defiende el modo en que los cofrades viven la Cuaresma y la Semana Santa, ya que forma parte de la idiosincrasia propia de la tierra, pero siempre tratando de buscar un equilibrio. “A aquellos que son muy espirituales hay que recordarles que debemos tener en cuenta lo carnal, el mundo, que no podemos hacer la fuga mundi de tan perfectos, pero también hay que recordar lo contrario. De tanto adorno y acontecimiento cultural y folklórico nos podemos perder lo fundamental. Ahora estamos un poquitín escorados hacia el acontecimiento del exorno, la floritura y el ropaje. Eso es bonito y los sentidos se van por donde se les da gusto, pero a veces también hay que luchar contra los sentidos”, advirtió.

En un “buen momento”
Con todo, fray Felipe Ortuno entiende que las hermandades se encuentran ahora en un “buen momento”, tanto que lo calificó de “dulce”. Esa es la conclusión a la que llega tras su experiencia como asistente eclesiástico del Consejo local de la Unión de Hermandades, que le permite vivir en primera persona los plenos de hermanos mayores. En contra de lo que pudiera pensarse, Ortuno Marchante no cree que en Curtidores existan excesivas divisiones o problemas. “Los plenos se viven con mucha menos tensión de la que reflejan los medios. Son muchos hermanos mayores y hay muchos intereses, pero de tipo pragmático, porque no hay diferencias sustanciales. Son cosas nimias si las comparamos con la esencia de todo esto. Veo bastante respeto en general. Es un grupo de más de cincuenta personas y no hay salidas de tono, sino cambios de impresiones que permiten llegar a acuerdos importantes”, explicó.
El asistente eclesiástico no observa “tensiones” ni problemas de especial relieve, aunque admite que igual es porque su inteligencia “es corta” y su mirada “muy pequeña”. “Yo lo que veo allí es gente con ganas de sacar adelante la Semana Santa de Jerez. Antes de estar en el Pleno había escuchado hablar no sé qué de luchas intestinas y demás, y no he encontrado nada de eso. No es verdad. Podéis estar tranquilos porque hay unidad”, zanjó.
Esa sensación de unidad es precisamente la que le llevó a afirmar que la Semana Santa de Jerez vive “un momento dulce” a pesar de lo que pudiera pensarse.
Las hermandades, en definitiva, “han evolucionado al igual que lo ha hecho la propia sociedad”. “Todo aquello que podamos decir de la sociedad lo podremos decir de las hermandades, porque somos una manifestación clara de esa sociedad y estamos integrados por personas que forman parte de esa sociedad, con sus pros y sus contras”, apostilló.
Fray Felipe Ortuno dejó un mensaje final, inspirado en el del Papa Francisco. “Hay que ser humildes a todos los niveles y pensar que por encima de todo está la verdad del Evangelio, que es contenido consistente de salvación para el hombre. Todo lo demás tiene que estar al servicio de eso”.

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