El fútbol entiende de grandezas y de miserias. El amor propio también aparece en clubes como el Atlético Sanluqueño. Pelón se destrozó linteralmente la cara el día que se enfrentó al Ceuta en El Palmar tras un choque que tuvo con un contrario en un jugada fortuita. En un principio le dijeron que la temporada se acabó para él pero no se dio por vencido. Pasó por el quirófano en Jerez, días después perdió a su abuela y finalmente le comunicaron que lo de salir de costalero en Semana Santa lo dejara para otro año.
La fortaleza de este jugador de 20 años, que mide 1,86 metros, no le dio por vencido. El club no está para comprarle una máscara para que pueda jugar, así que decidió organizar una rifa en la que se sortea el regalo de una camiseta, dos carnets de socio de General para la 2015-2016 y 100 euros. Necesitaba recaudar 550 euros para disponer de una protección especial que le ha diseñado la empresa Todoactiva. Y esa cantidad la ha superado.
Pelón dice que “lo he conseguido gracias a mucha gente. Terminé jugando, seguro. Y espero hacerlo en las dos últimas jornadas”.
