Los hechos tuvieron lugar supuestamente el pasado año 2005, cuando estas dos personas conformaban la sociedad con domicilio social en el término municipal de San Roque. Según reza en el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, J.A.T.V era administrador de la firma, y comunicó al administrador solidario, en este caso el denunciante, de la mala situación por la que pasaba la empresa.
Al parecer, su idea era convencer a L.G.G. de que le cediese su parte del negocio, un capital que luego vendió obteniendo un beneficio económico importante por ello, según indicaron ayer fuentes judiciales.
El fiscal pide para este acusado la pena de seis años de cárcel por delito de estafa, amén de una indemnización al perjudicado de 189.180 euros.
El proceso judicial quedó suspendido por la incomparescencia del abogado de la acusación y el presidente de la Audiencia anunció que esta segunda sesión del juicio se celebrará en principio el próximo 12 de octubre, dado que hasta entonces está ocupada toda la agenda de la sala judicial.
Drogas
Por otra parte, dos personas fueron juzgadas ayer en la Sección algecireña de la Audiencia en relación con un delito de salud pública, en concreto tráfico de cocaína. El juez pudo dictar sentencia tras alcanzarse un acuerdo posterior a la lectura del auto y el interrogatorio de abogados defensores y acusación a los imputados y testigos.
Los hechos tuvieron lugar el 11 de junio de 2008 en el bar La Chimenea, de La Línea, donde los dos hombres que se sentaban en el banquillo habían quedado para cenar y hablar de lo que al parecer eran unos negocios que tenían en común.
Hacia las 22.30 horas, M.D.H. salió un momento al exterior y recogió una bolsa de plástico que le habían dado los ocupantes de un vehículo, con una sustancia blanca, y se la introdujo dentro del pantalón a la altura de los genitales mientras miraba a ambos lados.
Agentes de la Guardia Civil que caminaban cerca del lugar observaron la escena y se adentraron en el local. Tras solicitar la identificación a ambos comensales, invitó al más joven, M.D.H., a sacarse lo que había guardado en el pantalón. Posteriormente, fue detenido por tráfico de drogas.
Analizada después en el laboratorio, la sustancia incautada resultó ser cocaína, con un peso de 72,9 gramos y un 42,9% de pureza, que aunque el acusado refería como destinado al consumo propio se trataba de una cantidad excesiva, incluso para tomarla durante varios días.
En definitiva, el acusado M.D.H. fue condenado a una pena de tres años y un día de prisión y el pago de 4.277 euros tras la modificación del escrito de acusación por parte del Ministerio Fiscal, que pedía para los dos seis años y 12.000 euros.
Además, se decomisaron al menos dos teléfonos móviles de su propiedad. Por su parte, el segundo acusado, M.A.S., fue absuelto después de que quedase probado que tenía únicamente una relación profesional con el condenado y que estaba cenando con él sin tener conocimiento de su actividad delictiva,