Pese a la política de austeridad en el gasto público que viene imprimiendo el equipo de Gobierno en esta nueva etapa política, la Delegación municipal de Servicios Sociales no sólo no ha mermado sus presupuestos para la ayuda social, sino que incluso los ha aumentado ante la difícil situación por la que atraviesa más de un centenar de familias de la ciudad. De hecho, el equipo de Gobierno socialista ya contemplaba en su programa electoral el mantenimiento de los recursos para las familias, de ahí que la primera acción del ejecutivo fuera desbloquear el problema que impedía que las ayudas para la alimentación de las familias llegase a éstas por la deuda acumulada con los proveedores durante el anterior mandato.
Estas ayudas consisten en la emisión de una serie de vales con los que las familias pueden acceder a los alimentos en varios establecimientos de la ciudad. Saldada parte de la deuda, ahora son en torno a doscientas las familias que se benefician de estos vales que les ayudan en su subsistencia.
De otro lado, la Delegación ha reforzado su plantilla a fin de atender mejor, si cabe, la situación de las familias y evitar las listas de espera que hasta ahora se venían produciendo.
Este refuerzo de personal viene a ampliar de algún modo los programas de información, valoración y asesoramiento, además de los planes de infancia y familia. También con el objetivo de cubrir las vacaciones de los trabajadores municipales responsables de estos programas sociales.
Con este refuerzo las citas en la Delegación no se demoran en el tiempo y se está logrando dar una respuesta casi inmediata a numerosas familias en situación de riesgo de exclusión social.
En este apartado, el delegado municipal y responsable político de los Servicios Sociales Comunitarios, Diego Carrera, asegura que los contratos se han llevado a cabo con las máximas medidas de transparencia, de ahí que se haya recurrido al Servicio Andaluz de Empleo (SAE). Estos contratos, que tienen carácter temporal, se han realizado bajo criterios exclusivamente técnicos, dejando a un lado afinidades políticas.
Durante los meses de verano, el Ayuntamiento de Arcos está cubriendo las necesidades básicas de más de setenta familias y de 98 menores que hasta el inicio de las vacaciones estaban atendidos en los comedores escolares. Para estos últimos se ha habilitado una ayuda diaria de seis euros. Para el delegado Diego Carrera, estas ayudas a la alimentación infantil suponen un proyecto “pionero” en el municipio.
Bolsa de Solidaridad
De otro lado, la Delegación de Servicios Sociales ha priorizado la creación de la llamada Bolsa de Solidaridad, que también formó parte del programa electoral de los socialistas en la última campaña. Esta bolsa ofrece cobertura a las familias con una serie de contrataciones temporales que, aunque no sean una solución definitiva a sus problemas económicos, sí que suponen una ayuda con unos ingresos mínimos mensuales que les permiten la subsistencia. Igualmente, estos contratos sociales han llevado a cabo mediante criterios técnicos y bajo la supervisión de la Delegación de Servicios Sociales “porque son los trabajadores del área los que mejor conocen la realidad de las familias de Arcos”. Con estos contratos sociales se refuerza al mismo tiempo otros servicios públicos esenciales, vinculados por lo general al mantenimiento de parques y jardines, infraestructuras públicas o limpieza viaria, entre otras tareas. En este apartado, se está llevando a cabo unas cincuenta contrataciones a la semana. Otro aspecto destacado es que estas bolsas de empleo no se están publicitando con nombres y apellidos al objeto de salvaguardar el derecho a la privacidad de las personas.
Valoración política
“Con esto demostramos cómo este equipo de Gobierno apuesta por los servicios sociales con el objetivo de ayudar a las familias más necesitadas y porque creemos que los servicios sociales deben ser la puerta de entrada para todos los ciudadanos que necesitan de nuestra ayuda, aunque sabemos que todavía queda mucho trabajo por hacer”, concluye el delegado responsable del área.
