José Manuel Piña, antiguo técnico municipal del PMD, es hoy portavoz de CSSP en el Ayuntamiento, una joven formación política con unos objetivos muy claros y definidos.
¿Cómo nace CSSP en Torremolinos?
–Dada la degradación política, económica y democrática de nuestro municipio, tras los veinte años de gobierno del PP, nos vimos en la necesidad de plantear una alternativa ciudadana para recuperar la gestión de nuestro municipio. Integrantes de PODEMOS, EQUO y vecinos de Torremolinos decidimos formar CSSP con el objetivo de entrar en el Ayuntamiento y así poder fiscalizar la gestión municipal y poner las instituciones al servicio de la gente.
¿Están satisfechos con los resultados de las elecciones? ¿Les sorprendieron?
–Sí, en un principio consideramos que los resultados de las pasadas elecciones son buenos. Somos una formación que no tenemos apoyo de los bancos, nos financiamos a través de crowfoundig. A través de 1400 euros de inversión obtuvimos tres concejales. Nuestro mayor capital fue el trabajo de los compañeros y compañeras, su ilusión para demostrar que el cambio es posible. Ahora bien, nuestra pretensión es que el Ayuntamiento sea gobernado por y para la gente, por lo que nuestro objetivo es obtener la alcaldía.
¿Tuvieron dudas para apoyar a José Ortiz a la alcaldía?
–Sí, claro que tuvimos dudas, es más, dentro de nuestra organización tuvimos varias asambleas en las que analizamos pormenorizadamente todas las opciones. Finalmente, tras el compromiso que alcanzamos con el PSOE en la negociación para la investidura, decidimos apoyarlo. Las líneas de negociación se pueden ver en nuestra página web.
¿Cuáles son las principales propuestas que presenta su partido?
–Nosotros nos hemos centrado en una primera fase de medidas donde pretendemos que se haga una investigación en profundidad del Consistorio. Pedimos una auditoría de la deuda, de las empresas municipales y también de los puestos de los trabajadores públicos. Creemos que es imprescindible investigar posibles irregularidades, tratos de favor o políticas a medida de “amigos” del antiguo gobierno. Y en el caso de encontrar irregularidades, pedir responsabilidades políticas y, si las hubiera, penales. También hemos propuesto medidas de transparencia y fiscalización para que no se repitan estas situaciones.
Por otro lado consideramos imprescindible que el Ayuntamiento sea el primero en defender a sus vecinos, con medidas que les protejan de caer en la exclusión social, la pobreza energética o de los desahucios. Y también tiene que crear los mecanismos de participación que permitan a la gente volver a sentirse participe de la política local y que pueda decidir su futuro como municipio. Obviamente es necesario potenciar un nuevo modelo turístico e impulsar la economía local, como medidas para poder frenar el paro en nuestro municipio.
¿Qué balance haría de estos primero 100 días del nuevo gobierno municipal?
–A nivel interno, tenemos la posibilidad de acceder a toda la información que solicitamos, algo que no hubiera ocurrido si siguiera gobernando el PP. Se ha puesto en marcha la junta de portavoces, comisiones informativas y consejos de administración plurales y son aspectos importantes que no se daban con el gobierno anterior. Pero hay temas importantes en los que no se está actuando con urgencia como pueden ser la auditoría de la deuda, investigar las empresas municipales y fiscalizarlas, ver qué pasa con enchufados por el anterior gobierno. Fueron compromisos que llegamos tras varias reuniones con el PSOE antes de la investidura de José Ortiz y a día de hoy o no se están cumpliendo o ni tan siquiera se han puesto en marcha. Son temas muy importantes y en los que nosotros insistimos mucho. Como grupo de la oposición no nos tiembla el pulso al exigir enérgicamente el cumplimiento de estos acuerdos, todos ellos plenarios, y llegaremos hasta donde haga falta para asegurar su total cumplimiento.
Por nuestra parte, hemos planteado mociones para poder ver cómo se gasta el dinero que el Ayuntamiento da a los grupos municipales para gastos de “funcionamiento”, la publicación de compras y contratos menores, que normalmente se eligen a dedo y que supone mucho dinero a final de año. Hemos comprometido igualmente al gobierno a hacer una auditoría de los contratos públicos y las concesiones que tiene hechas el Ayuntamiento, y conseguimos sacar adelante una moción sobre los derechos LGTBI con 17 puntos de actuación. Presionaremos para que se pongan en marcha, ya que hasta la fecha desde su aprobación, no se ha llevado a cabo ninguna de estas medidas. Todas estas iniciativas han sido aprobadas en el Pleno, por lo que esperamos que se pongan en marcha cuanto antes, y que no se queden en una mera declaración de intenciones con fines simplemente electoralistas, que no respondan a la necesidad real de cambio democrático que necesitamos en este municipio. Ahora estamos preparando toda una serie de medidas para actuar contra el drama social. Vamos a presentar una moción antidesahucios y otra para atender a los refugiados que lleguen hasta nuestro municipio.
¿Cree que se empieza a notar el cambio?
–Desde el mismo momento en que se fue el antiguo ex-alcalde, creo que todo el mundo respiró más tranquilo. El grado de caciquismo, las formas autoritarias de este señor, han hecho de Torremolinos un lugar degradado, antiguo y triste. Por otro lado, cosas como la publicación de nuestros sueldos en la web, que el alcalde sea más accesible a la oposición, que haya consenso entre distintos grupos municipales en asuntos puntuales, son cosas que aquí nos parecen grandes novedades y que no es más que recuperar la normalidad democrática que se había perdido durante los años de mayoría “absolutista” del PP. En ciertos aspectos, el PSOE lo tiene fácil. No se puede hacer peor que como lo venía haciendo el PP hasta ahora.
¿Cómo ve el futuro para Torremolinos y para su partido?
–Estamos ante un año importante de despertar electoral y Torremolinos es un claro ejemplo. Es momento de actuar con responsabilidad y hacer medidas que piensen en el bien común, en el de la mayoría social. Para no vernos lastrados por los errores del pasado, el futuro de Torremolinos pasa primero por investigar y fiscalizar la anterior gestión; y solo depurando responsabilidades, y creando medidas que impidan que esto vuelva a pasar, nos permitirá recuperar nuestra soberanía. Torremolinos está entre los municipios con menor renta del país, con unas tasas de paro y precariedad muy elevadas y con una estructura productiva muy desequilibrada. Y en un futuro, cuando consigamos romper con la cultura del bipartidismo en este país y acercar la política a los vecinos, nuestro partido será un eje fundamental en el cambio que todos queremos.