Pakistán ahorcó hoy a los primeros cuatro condenados por el ataque a una escuela de Peshawar (noroeste) en el que murieron 151 personas, entre ellas 125 niños, a pocos días para que se cumpla un año de esa matanza que conmocionó al país, informó a Efe una fuente de seguridad.
Las ejecuciones se realizaron en la Cárcel Central de Kohat, en la ciudad del mismo nombre, en el noroeste del país, dos días después de que el jefe del Ejército paquistaní, Raheel Shari, autorizara con su firma los ahorcamientos y cuatro meses después de que fuesen condenados por un tribunal militar, indicó la fuente.
Los cuatro ajusticiados, identificados como Molvi Abdus Salam, Hazrat Ali, Mujeeb ur Rehman y Sabeel, fueron sentenciados a muerte por una corte del Ejército el pasado 13 de agosto, después de que el Parlamento paquistaní aprobase en enero, tras el ataque a la escuela, la creación de tribunales militares especiales para casos de terrorismo durante los dos próximos años.
Otros dos presos fueron condenados a muerte y uno más fue sentenciado a cadena perpetúa en aquel juicio por su implicación en el asalto de la escuela el 16 de diciembre de 2014.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, levantó para casos de terrorismo la moratoria que pesaba sobre la pena de muerte al día siguiente del ataque talibán y para el resto de delitos en marzo.
Desde entonces, alrededor de 300 personas han sido ahorcadas, según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán y la organización internacional Amnistía Internacional, grupos que han condenado las ejecuciones.
El asalto a la escuela, una tragedia en Pakistán similar al 11-S estadounidense o al 11-M español, fue reivindicado por el grupo talibán Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), que lo justificó como acto de venganza por la operación militar que el Ejército lanzó contra los talibanes en las áreas tribales de Waziristán del Norte y Khyber (noroeste).
Esa operación, que comenzó en junio de 2014, continúa en la actualidad.