El tiempo en: Jerez
Miércoles 15/05/2024  

Andalucía

"Tenemos futuro, las burbujas de los emergentes estallarán"

Andrés Herzog (San Sebastián, 1974) agarró el timón de UPyD en julio para cerrar el convulso proceso de renovación abierto tras los discretos resultados de las municipales de mayo y la retirada de Rosa Díez. El reto de mantener los cinco escaños será, según su candidato, complicado pero no imposible

  • Andrés Herzog -

Afiliado al partido en 2008, Andrés Herzog ejerció desde su juventud en bufetes de abogados de alto nivel. Esa experiencia acumulada le sirvió para tomar las riendas de las actuaciones judiciales de la formación magenta en causas como las de Bankia. Luego llegarían el salto a coordinación del grupo en el Congreso y, hace apenas cinco meses, la dirección de UPyD tras el paso atrás de Rosa Díez, la líder fundacional. Apasionado del deporte, llegó a formar parte de la selección nacional de yudo y fue preolímpico en Atlanta’96.

Sorprende que UPyD apareciera en 2011 como la gran alternativa a los grandes partidos y ahora se haya desplomado a un plano tan secundario. ¿Qué ha ocurrido?

–No hay una única explicación, aunque una muy importante ha sido la irrupción de los dos partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos, capaces de conectar con el electorado. También tiene mucho que ver que en UPyD hayamos pisado muchos callos, generando una gran hostilidad por nuestra lucha activa contra la corrupción. En la Audiencia Nacional tenemos más de 200 imputados, que se dice pronto, desde consejeros de Bankia a empresas del Ibex, y ésos no te lo perdonan. Eso nos diferencia y tiene mucho que ver, no son casualidades, pero creemos que son factores reversibles. Tenemos un gran futuro una vez que todas estas burbujas estallen. Los emergentes van a generar mucha desilusión.

¿Tiene la sensación de que otros enarbolan ahora banderas que eran suyas?

– Sí, muchas propuestas son copiadas. El problema es que no se las creen,  es un postureo puro y duro. Hemos visto muy poca regeneración en España, más bien cambios cosméticos, y Andalucía es un buen ejemplo de eso. UPyD ha combatido la corrupción en los juzgados, a pie de obra, mientras Ciudadanos mantiene los chiringuitos. Le ha dado el poder a Susana Díaz, la del PSOE de los ERE y los fraudes en la formación, pero es que en el resto de España hace lo mismo con el PP de Bárcenas, la Gürtel y la Púnica. Frente a eso, defiendo los hechos de UPyD.

Con cinco escaños en el Congreso pero las elecciones más reñidas en décadas, ¿a qué aspiran realmente?

–Aspiramos a mantener la presencia en el Congreso y dentro de eso la última encuesta del CIS nos daba una  horquilla que hace factible conservar esos cinco escaños. Pero ya veremos. Lo importante es mantener la voz en el Congreso, abordando debates a los que nadie se atreve, porque no tenemos dueños. Somos un partido libre que no debe nada a los bancos, que en España siguen mandando mucho, y menos a otros poderes. El resto de partidos está muy implicado en el reparto del poder, y renunciar a eso es complicado.

¿No se arrepienten, viendo las expectativas de Ciudadanos, de haber rechazado aquella oferta de unión que se les planteó?

–Obviamente, no. Sobre esto digo sólo una cosa: nosotros hemos combatido a los corruptos de PP y PSOE, y Ciudadanos les ha dado los gobiernos. Son lo opuesto al cambio y a la regeneración. Con eso lo he dicho todo.

¿Mantienen en su programa propuestas tan rompedoras como la devolución de competencias autonómicas al Estado?

–Sí, porque siguen siendo buenas y necesarias. Como todo programa, es fruto del trabajo que hemos ido desarrollando pero manteniendo ejes fundamentales como la igualdad de todos los españoles. Para eso necesitamos una España fuerte, en la cual no haya españoles de primera ni de segunda, y eso supone abolir los privilegios territoriales, como los del País Vasco y Navarra, o acabar con la existencia de 17 sistemas sanitarios o educativos.  El problema de España es que no tenemos un país, sino 17 reinos de taifas. Hay que recuperar las competencias en sanidad, educación y justicia, cuanto menos, para evitar por ejemplo que en Cataluña las escuelas se utilicen para adoctrinar en el odio a España, en la desafección.

Uno de los ejes ideológicos de UPyD es cortar el paso al nacionalismo excluyente. ¿Lo que sucede en Cataluña les reafirma?

–Totalmente. Por poner un ejemplo, en enero de 2013, hace casi tres años, pedimos en el Congreso que los españoles dejáramos de financiar la independencia. Que las transferencias de fondos, el famoso FLA, fuera finalista y fuera a garantizar servicios públicos y no para la construcción nacional. No nos hicieron caso, y el PP como siempre votó en contra. Así que hemos destinado más de 3.000 millones a la creación del Consejo Asesor para la Transición Nacional, embajadas catalanas en el extranjero, la Hacienda propia catalana, en lugar de a farmacias. Tenemos estructuras diseñadas para romper con España y no para medicamentos.

Pero de momento son los únicos que proponen accionar el botón del artículo 155...

 –Efectivamente, es un artículo ordinario de la Constitución. Pero hay que aclararlo: pedimos que se aplique para proteger el autogobierno de Cataluña, que emana de la Constitución Española. Los golpistas catalanes han acabado con la democracia para sustituirla con no sé qué. Convivimos con el incumplimiento de las leyes como algo normal.

¿Ha cerrado UPyD su crisis interna?
–Estamos más unidos que nunca.

¿Ha pagado el partido un personalismo excesivo en torno a la figura de Rosa Díez?

–Como todo partido que surge, se construyó en torno a un líder. No hay más que ver a otros emergentes como Ciudadanos, con Rivera, o Podemos con Pablo Iglesias. Casualmente parece que sólo Rosa Díez era personalista. Denota un cierto machismo. Deberíamos hacernos mirar por qué un hombre puede ser una figura carismática y una mujer no. Contra ella da la impresión de que ha habido una operación de acoso y derribo.

¿Le asesora a usted? ¿Están en contacto?

–Por supuesto. Trabaja con más energía que nunca como afiliada de base. No ha querido ni oír hablar de cargos honoríficos porque dice que eso es propio de partidos viejos. Está encantada. No tiene sillonitis, es una política de vocación, y estoy seguro de que va a aportar tanto o más que cuando era portavoz de UPyD.

¿Cómo sentó la fuga de Irene Lozano al PSOE? Entre los socialistas andaluces no es que fuera recibida con flores...

–No me extrañó nada, pero cabría preguntar a Pedro Sánchez cómo puede ser compatible defender la regeneración y a la vez defender el transfuguismo. Por  cierto, transfuguismo que lleva años fomentando Albert Rivera con UPyD y con el PP...  Frente a esa política de fichajes y espectáculo, reivindicamos la coherencia y la cantera.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN