Aunque la paralización de los vertidos de fosfoyesos en las marismas onubenses por orden judicial se produjo el 31 de diciembre de 2010, no fue hasta cuadrar las cuentas del ejercicio de 2014 cuando Fertiberia contabilizó los números rojos causados tras perder la concesión. Concretamente, 17,8 millones de pérdidas que la compañía de Villar Mir camufló en las reservas del grupo.
Concretamente, Fertiberia ha reconocido en 2014 por primera vez el impacto negativo en sus cuentas de la situación judicial que vive la compañía por el vertido de fosfoyesos a las marisma del Tinto en Huelva. Además del retraso en reconocer contablemente una situación que se arrastra al menos desde finales 2010 -cuando la Audiencia Nacional ordenó el final de los vertidos-, las pérdidas de 17,8 millones se han cargado contra las reservas del grupo en lugar de contra la cuenta de resultados del año. Esta maniobra contable, que evita a la empresa registrar números rojos en 2014, ha sido objeto de una salvedad (desacuerdo relevante) en el informe de auditoría del año pasado elaborado por BDO.
Así, la filial del grupo Villar Mir señala textualmente: “Como resultado de los cambios en la situación procesal en relación con la caducidad de la concesión de las balsas de fosfoyesos de Huelva, se ha procedido a un ajuste contra reservas de 17.859 miles de euros neto de impuestos”. BDO, sin embargo, argumenta en sun salvedad: “De conformidad con el marco normativo de información financiera que resulta de aplicación, este importe debería formar parte de la cuenta de pérdidas y ganancias del ejercicio auditado”.
De haber sido así, como recomienda el auditor, Fertibería hubiera obtenido pérdidas netas en lugar de beneficio neto en 2014. La empresa filial del grupo Villar Mir ganó 5,5 millones el año pasado, según las cuentas depositadas en el registro mercantil. En 2013 perdió 3,7 millones. De haber llevado esos 17,8 millones a la cuenta de resultados, como deterioro, Fertiberia hubiera culminado el pasado año de nuevo con números rojos.
Cabe recordar que, como adelantara Viva Huelva este jueves, la empresa de Villar Mir ha amenazado con su liquidación si finalmente tiene que afrontrar el aval de 65,9 millones para restaurar las marismas ocupadas por su actividad química en Huelva.
