Los obispos españoles han lanzado su nuevo Plan Pastoral para los próximos cuatro años (2016-2020), en el que se proponen recuperar a los bautizados no practicantes que se han alejado de la Iglesia, sacar de la tibieza a los católicos conformistas y atraer a los ateos, a los que no han recibido el anuncio de Dios y viven al margen de la Iglesia.
"La acción evangelizadora debe dirigirse a tres grupos de personas: Los cristianos practicantes pero rutinarios y conformistas; el gran número de cristianos bautizados no practicantes, más o menos alejados de la Iglesia, cada vez más afectados en su conducta y en su pensamiento por la influencia de la mentalidad secularista; y el creciente número de conciudadanos que no han recibido en anuncio de Jesucristo, que viven al margen de la Iglesia", subraya el documento.
En el caso del primero grupo, los conformistas, los obispos quieren "ayudarles a pasar de la tibieza a la coherencia; al segundo grupo, los alejados, les invitarán "a volver a la vida cristiana"; y al tercero, el de los que viven "en la oscuridad del eclipse de Dios", dicen que les ayudarán a plantearse preguntas radicales sobre el ser y la vocación del hombre para que encuentren "el sentido de la vida".
En todo caso, los obispos precisan que esta salida misionera no responde a "ninguna estrategia" ni a ningún "sentimiento de superioridad" y aclaran que su fin es "ofrecer con sencillez a todos la posibilidad de vivir en la paz y en la esperanza que Dios da". "Sabemos que todos somos pobres hombres y mujeres, ignorantes y pecadores, necesitados de la gracia y la misericordia de Dios", añaden.
En la introducción del plan, publicado este miércoles por la Conferencia Episcopal Española, los prelados explican que el documento tiene como objetivo pasar de una pastoral de "mera conservación" a otra "misionera" ante la realidad actual de España donde "las circunstancias históricas" hacen "más difícil y más necesaria la claridad y firmeza de la fe personal", donde observan "un olvido de Dios, un debilitamiento de la fe y una crisis espiritual".