El 92 por ciento de los consumidores no considera justo el precio que se cobra por la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), según un estudio de FACUA-Consumidores en Acción.
Esta es una de las conclusiones de la encuesta nacional sobre seguridad vial realizada por las Fundaciones FACUA y GESTRAFIC, entre el 9 y el 19 de noviembre, en la que han participado 3.083 usuarios.
En España hay distintos modelos de gestión de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV), pues son las comunidades autónomas las que regulan los sistemas así como las tarifas que debe aplicarse o un precio máximo por debajo del cual pueden competir los operadores públicos y privados que operan, salvo en la Comunidad de Madrid, que desde febrero de 2011 ha renunciado a la regulación tarifaria.
En 2015 la tarifa media regulada de la ITV de los turismos diésel y catalizados era de 38,81 euros, y los precios oscilaban entre los que se aplicaban de media en Madrid para los automóviles diésel, 53,30 euros, y los que cobraran en Extremadura de media, independientemente del tipo de combustible, 29,25 euros.
En el caso de turismos diésel, a Madrid le seguían la Comunidad Valenciana, 51,64 euros, y Cantabria, 48,80 euros.
Para turismos de gasolina con catalizador, Cantabria tenía los precios más altos, 43,11 euros, seguido de País Vasco, 42,79 euros (cobraba lo mismo independientemente del tipo de combustible) y Comunidad Valenciana, 40,29 euros.
Las tarifas medias más económicas de las diecisiete comunidades autónomas para turismos diésel eran los 29,25 euros que cobraban de media en Extremadura (26,50 euros en las estaciones de la administración, el mismo precio que aplican las empresas privadas, aunque éstas tienen que repercutir el IVA, por lo que subía a 32,00 euros).
Le seguían las de Navarra, 29,40 euros independientemente del tipo de combustible y los 34 euros que se cobraban en Asturias.
A las tarifas aplicadas había que sumar la tasa de tráfico fijada por el Ministerio del Interior en 3,90 euros para ese año.