Niño de La Salle y enamorado del teatro. ¿Y a quién le extraña, si los niños que estudiamos allí teníamos un teatro magnífico, donde desde el principio se nos enseñó a amar ese sueño de la realidad que es la obra teatral?
Juan Antonio Domínguez ha vuelto a su pueblo, al nuestro, y rememora en esta entrevista sus años infantiles, sus experiencias escolares, y nos habla de su gran pasión: el teatro. Puede que muy pronto lo veamos en las tablas de nuestro “Olivares Veas”. Todo un lujo del que debemos estar atentos para no perdérnoslo.
Hace unos días vino usted a Arcos, a participar en la presentación del libro del también arcense Manuel Senra. Nos dejó una buena muestra de su capacidad de emocionar con la voz. ¿Qué le pareció su regreso a Arcos, su pueblo, de una manera, digamos, artística?
—Siempre termino regresando a mis principios, a mis primeros pasos, es como un baño purificador y una necesidad imperiosa el impregnarme de la voz del aire, del aroma blanco, del tiempo varado por sus esquinas. Venir a Arcos es evocar recuerdos, pero no recuerdos cualquiera sino siempre queridos, añorados de ese nuestro álbum particular del pasado. Sin saber cómo, me veo arropado por un sinfín de sensaciones, imágenes, palabras y sonidos de ese ayer que mi memoria ha cobijado con ternura y sigilo en un rincón especial del baúl de la memoria. Los recuerdos siempre tejen lo que vamos siendo. Estamos hechos de eso de trocitos de recuerdos que se unen para ser la realidad que somos.
Usted fue niño de La Salle, un Colegio que ahora celebra su cincuenta aniversario. ¿Qué recuerda de su época de colegial?
—Muchos son los recuerdos escolares sobre todos recuerdo las olimpiadas (al menos así las llamábamos) que se celebraban en el colegio, pues el deporte cobraba una notable importancia en LA SALLE, fomentándose la superación y la competitividad aunque con esa edad lo veíamos todo desde una perspectiva totalmente lúdica. Son recuerdos llenos de vida, siempre con los sentidos abiertos de par en par.
¿Y cómo era el Arcos de la Frontera de aquellos años sesenta y primeros setenta?
—Durante los años sesenta se produjeron importantes cambios en Arcos y en la sociedad española en general. Fue la época de la llamada “generación ye-yé “del nuevo espíritu de libertad y diversión que estaba floreciendo en Europa. Siempre dentro de los estrechos límites de la dictadura franquista se produjo una modernización del estilo de vida de los jóvenes .La llegada de los turistas, los emigrados españoles y la influencia de los movimientos renovadores europeos permitieron abrir algo el estrecho panorama social de la época. Las mujeres tomaron también un papel más activo en la sociedad, aunque aún predominaba una cultura machista. Los estudiantes universitarios, cuyo número aumentó en esta época, abanderaron afortunadamente el ímpetu de cambio social y político.
Tiene usted estudios de Arte Dramático y ha dirigido Acción Teatro Sevilla. ¿Nos define el teatro? ¿Qué es el teatro, según su visión y su experiencia?
— "Un actor debe trabajar toda su vida, cultivar su mente, desarrollar su talento sistemáticamente, ampliar su personalidad, nunca desesperar, ni olvidar este propósito fundamental: Amar su arte con todas sus fuerzas y amarlo sin egoísmo". Eso decia C. Stalnislavski. El teatro, pienso, que nos acerca a nuestra parte emocional, a la imaginación y la creación, a nivel físico nos permite desarrollar aptitudes del cuerpo como medio de expresión. En el nivel de la vida cotidiana influye en nuestra capacidad de adaptación, así mismo profundiza en el conocimiento de los recursos personales, teniendo siempre como base el juego y las interrelaciones humanas que se funden con las emociones y los sentimientos. El sentimiento del teatro es y será siempre un acto de amor. El teatro está compuesto además de amor, de coraje, disciplina, concentración, juego , generosidad , bondad , humor ,sensibilidad ,pintura , poesía , danza ,juego ,lucha ,música que son parte de "los secretos de la vida". Los artistas que trabajamos con este antiguo espíritu, nos sentimos impulsados a canalizarlo a través de nuestro amor, nuestras ideas y nuestros cuerpos para revelar nuestras realidades en toda su cotidianeidad y su deslumbrante magia y misterio. Utilicemos esta herramienta y el poder que nos otorga la Palabra y la Acción para abrir, para defender, para acercar y acercarnos a nuestra Consciencia. A los corazones y mentes que nos rodean, para inspirar, para crear, para informar y sobre todo para formar un mundo de Esperanza y Solidaridad entre todos.
Además de dirigir también interpreta. ¿En cuál de los dos puntos de vista artísticos se encuentra más cómodo?
—Me consideran y me considero una persona generosa por tanto me gusta entregarme al cien por cien y eso va implícito en todo lo que hago. Así que en ambas facetas. Pero quizás me siento más lleno y pleno actuando como actor.
¿Ha pensado alguna vez traer alguna obra a nuestro teatro Olivares Veas?
—Si lo he pensado y justamente el día que tuve el honor de participar y acudir a la presentación del libro de Manuel Senra, le propuse al delegado de cultura, Daniel, presentarle mis proyectos y tratar de llegar a un acuerdo para que ese deseo pueda hacerse realidad, será para mí todo un lujo y honor poder estar aquí con todos vosotros mis paisanos y en un escenario de tantísimo valor para mí como es Arcos de la Frontera. Estoy convencido de que esta idea llegará a buen puerto.
