Antonio González trabaja donde comienza la vida. Se siente un “privilegiado” por estar en el origen de todo y vivir todos los días con dedicación plena el milagro de nuestra existencia. El enfermero especialista en Neonatología y coordinador intercentros de enfermería del área Materno-Infantil de los hospitales públicos de Málaga está volcado de lleno para conseguir la acreditación en el exclusivo programa de Unicef ‘Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (Inah)’ para el Hospital Virgen de la Victoria.
Muy pocos hospitales españoles pueden figurar en la prestigiosa lista internacional de Unicef. Muy pocos han sido merecedores de tamaño reconocimiento y en la provincia, sólo el Hospital Costa del Sol de Marbella tiene este distintivo y en proceso de acreditación se encuentran el Virgen de la Victoria y el Hospital de Antequera.
La unidad de Maternidad y Bienestar Fetal del Virgen de la Victoria lleva dos años inmersa en la consecución de este certificado -considerado el top ten en los natalicios- que persigue el llamado parto humanizado, es decir, lo menos medicalizado posible, así como el fomento de la lactancia materna y el mantenimiento de ese lazo de unión entre madre e hijo (piel con piel) y también padre e hijo, cuenta González, en las primeras horas y días de vida del recién nacido.
“En los últimos años han cambiado mucho las cosas; antes los nacimientos estaban muy medicalizados y se trataban los embarazos como una enfermedad. Los partos eran muy intervencionistas y la mujer se trataba como un objeto pasivo, no había interacción y el bebé, nada más nacer, se retiraba de su regazo. Ahora, el parto se está viendo como un proceso natural, donde la mujer es la protagonista y puede disfrutar de la llegada de un hijo al mundo, siempre que se salvaguarde la salud de madre e hijo”, detalla.
De hecho, el Hospital Virgen de la Victoria es el único de la provincia donde no han caído los nacimientos, sino que incluso se han incrementado, apunta González. En 2015 han nacido cerca de 2.000 niños en el Clínico, que cuenta dentro del programa de Unicef con una comisión de lactancia materna, integrada por profesionales de enfermería, neonatólogos, ginecólogos y responsables de la dirección para articular actividades que promocionen estos hábitos saludables en las mujeres y sus recién nacidos.
Esta unidad ha conseguido que alrededor del 90 por ciento de los bebés nacidos en este centro abandonen el hospital alimentados de forma exclusiva con este método natural de alimentación en el momento del alta, y que el 90 por ciento de los neonatos nacidos por cesárea tengan contacto físico con sus progenitores e inicien la lactancia en apenas unos instantes después de nacer.