Turno para respirar y, sobre todo, disfrutar de esta fase final de la temporada en la que el Betis virtualmente está ya salvado de la quema. Hasta nueve son los puntos que lo distancian de los puestos de descenso, o lo que es lo mismo, a cuatro tropiezos de los seis partidos que restan y ello contanto que los de abajo lo ganen todo. Es decir, el Betis agarra ya la permanencia con sus propias manos.
Así, con esta sensación de sosiego, viajará el conjunto de Juan Merino a tierras gallegas el próximo fin de semana para enfrentarte al Celta de Vigo en Balaídos el sábado a partir de las 22.05 horas. Un feudo de ingrato recuerdo y de nefastas tardes en cuestión de números. Y es que los heliopolitanos acumulan un registro paupérrimo en estos últimos veinte años en los que sólo pudo vencer en tres ocasiones.
Concretamente, en 1996 con un 0-2 materializado por Alexis y Olías y con Serra Ferrer como entrenador. Mismo resultado en 2003 con goles de Assunçao y Fernando (0-2) y con Víctor Fernández en el banquillo, y en 2012 con el solitario tanto de Jorge Molina y con Mel al frente del equipo.
Pero el balance refleja dos década de claro color celeste y en las que los de casa suman ocho triunfos en los quince envites lidiados entre ambos conjuntos. Por su parte, en cuatro ocasiones de firmarían las tablas.
Fue hace dos temporadas el último precedente en partido oficial en Balaídos. Aquella tarde, el entonces equipo entrenador por Luis Enrique se deshizo de los verdiblancos por 4-2, con los dos goles béticos anotados por cierto por el canario Rubén Castro.
Rubén apunta al ‘Zarra’
El jugador más determinante del Betis de los últimos tiempos acumula 17 goles en su zurrón, muchos de estos determinantes para acariciar la permanencia. Pero el delantero no quiere parar de marcar, ya que está a sólo un gol de igualar su mejor cifra en Primera lograda en la 2012/2013.
Además, tiene en sus botas un premio tan jugoso como es el Trofeo Zarra, que premia al máximo artillero nacional. Por el momento, Rubén Castro iguala en la cima junto al bilbaíno Aduriz y el eibarrense Borja Bastón. Aún tiene mucho en juego.
