Taiwán quiere "paz y estabilidad" y consenso en sus lazos con China, afirmó hoy la nueva presidenta de la isla, Tsai Ing-wen, en su discurso de toma de posesión, en el que prometió "defender la democracia" taiwanesa.
La economía no puede mejorar de un día para otro, pero este cambio presidencial ha desencadenado muchas expectativas entre la poblaciónTsai, del independentista Partido Demócrata Progresista (PDP) y la primera mujer presidenta de Taiwán, prometió en su discurso "manejar los lazos con China de acuerdo con la Constitución y otras leyes", un reconocimiento indirecto de la pertenencia de la isla a China, pero no a la China comunista.
En una intervención seguida con gran interés en Pekín y el resto del mundo, Tsai insistió en "defender la democracia" de Taiwán como política prioritaria.
"Mi objetivo es resolver problemas" y "entregar un mejor país para la nueva generación", dijo Tsai, que también resaltó el deseo isleño de mayor protagonismo internacional, sin ausentarse de los esfuerzos por construir la paz y estabilidad regional.
Tsai prometió la transformación de la estructura económica de Taiwán, luchar contra la contaminación, mejorar la seguridad social, impulsar la reforma judicial, elevar el protagonismo internacional de la isla y cooperar con el Sudeste Asiático e India.
Mientras que lo que más preocupa a los taiwaneses es la capacidad del nuevo Gobierno de reactivar la economía isleña, en el mundo se observa la postura de Tsai hacia China y la reacción del gigante asiático, que considera a Taiwán parte de su territorio y está molesto ante la postura soberanista de la nueva presidenta.
"La economía no puede mejorar de un día para otro, pero este cambio presidencial ha desencadenado muchas expectativas entre la población", dijo hoy a Efe el director de Estudios Estratégicos de la Universidad Tamkang, Li Da-zhong.
Con la toma de posesión de Tsai Taiwán entró en un nuevo período, que pone fin a la política del anterior presidente Ma Ying-jeou, del Partido Kuomintang, de "tregua en la lucha diplomática" y reconocimiento del llamado "Consenso de 1992", que Pekín interpreta como aceptación de que la isla es parte de China.
A la ceremonia de investidura asistieron unos 700 dignatarios de 59 países, 22 de ellos aliados diplomáticos de Taiwán y no de China, incluyendo el presidente paraguayo, Horacio Cartes, y las primeras damas de Guatemala, Haití y Panamá.
Tsai se convirtió en el segundo dirigente independentista de la isla, tras Chen Shui-bian (2000-2008), que llega a la presidencia, pero está vez con mayoría parlamentaria para aplicar su programa de reformas sociales y económicas.