Operarios del Ayuntamiento de Pamplona han montado a primera hora de esta mañana en el balcón central de la segunda planta de la Casa Consistorial un quinto mástil junto a los que a diario soportan las banderas de la ciudad, Navarra, España y la UE, que permanecerá vacío durante el chupinazo.
Este mástil, por acuerdo expreso de los grupos que sustentan al equipo de Gobierno, permanecerá vacío durante el lanzamiento del cohete anunciador de las fiestas y se retirará poco después de la celebración del acto.
En los pasados Sanfermines, poco después de tomar posesión el equipo de gobierno de EH Bildu, durante el chupinazo ondeó la ikurriña en el balcón principal de la Casa Consistorial.
Recientemente, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJN ha concluido que el consistorio incurrió en "fraude de ley" y "desviación de poder", al considerar que no se había colocado esa bandera porque hubieran acudido autoridades de la Comunidad Autónoma Vasca, como alegaron, sino que se las invitó expresamente "para dar cobertura a un acto que sin ellas sería contrario a derecho".
En esta ocasión el Ayuntamiento de Pamplona con su decisión quiere reconocer y poner en valor la pluralidad cultural de la ciudad y la riqueza de la convivencia de las diferentes identidades que en ella habitan.
El mástil vacío pretende, asimismo, emular un espacio de encuentro y un soporte para el reconocimiento de todas aquellas gentes y sensibilidades cuyos referentes simbólicos no se ven incluidos en el articulado de la Ley Foral 7/1986, de 28 de mayo, reguladora de los Símbolos de Navarra.
La referencialidad del inicio de las fiestas como un momento de necesaria inclusión para todos los habitantes de Pamplona justifica, a juicio de los responsables del Ayuntamiento, la decisión adoptada.