La ministra de Empleo y Seguridad Social en funciones, Fátima Báñez, ha visitado este jueves la factoría de Navantia en Puerto Real (Cádiz) para conocer el estado del programa Wikinger para Iberdrola, que se encuentra en su fase final cumpliendo los plazos previstos, previéndose que el transporte de la subestación se realice en barco hasta Alemania durante el mes de agosto.
La ministra ha destacado que "España es un referente de las energías renovables" a nivel europeo y mundial, subrayando que este proyecto es "un ejemplo de lo mejor que sabemos hacer", compaginando la "apuesta por la industria naval moderna e innovadora" con el "talento de Iberdrola en el diseño de nuevas construcciones de energías renovables".
Ha incidido en que este proyecto es "una suma de éxito" de una industria naval gaditana "fuerte" y del "talento de sus trabajadores y de los ingenieros de Iberdrola". Así, han conseguido diversificar contribuyendo a la estabilidad del sector naval gaditano "apostando por la innovación y modernización", con los correspondientes beneficios en materia de empleo.
Tras animar a "seguir sumando" todas las instituciones, empresas y sociedad civil para "competir en innovación y en capital humano", ha expresado su satisfacción por el "cambio" que se ha producido en los astilleros de la Bahía de Cádiz en los últimos años, donde se ha pasado "de cero horas a 8,5 millones de horas de carga de trabajo", lo que "va a dar estabilidad los próximos cinco o seis años".
Además, Báñez ha recordado que hay iniciativas en marcha para conseguir "15 millones de horas de cargo de trabajo" con nuevos contratos que van a "llegar en las próximas semanas y en los próximos meses". Ha dicho que se trata de una "buena noticia" para la Bahía y para las 250 empresas auxiliares del sector naval que también se van a beneficiar de esa carga de trabajo.
PROGRAMA WIKINGER
El contrato fue firmado por Navantia e Iberdrola en diciembre de 2014 y ha supuesto para la Bahía de Cádiz unas 650.000 horas de trabajo, lo que implica una media de unos 600/700 empleos en la zona.
El programa Wikinger consiste en la construcción de una subestación eléctrica para el parque eólico marino que Iberdrola promueve en aguas alemanas del mar Báltico. Se compone de seis piles de 270 toneladas cada uno, una Jacket de 2.400 toneladas y dos módulos Top-Side, que albergan todos los equipos, de 5.500 toneladas. Se trata de un gran proyecto de energías renovables, que entra en su fase final y que es el más avanzado de Iberdrola en la actualidad en este sector.
La ministra ha comprobado el estado constructivo tanto de la subestación como de la cimentación que la fijará al suelo marino. El propósito de la primera será recibir y transformar la electricidad generada a un voltaje necesario para exportarlo a la red eléctrica en tierra firme.
El parque Wikinger requerirá una inversión de cerca de 1.400 millones de euros, se ubicará a unos 75 kilómetros de distancia de la costa alemana, donde la profundidad oscila entre 37 y 43 metros.
Los 350 megavatios (MW) de esta instalación eólica producirán, cuando entren en operación a mediados de 2017, suficiente energía como para cubrir las necesidades eléctricas de más de 350.000 hogares alemanes, evitando la emisión a la atmósfera de casi 600.000 toneladas de CO2 al año.
Esta infraestructura medirá 60 metros de largo por 22 metros de ancho y estará formada por dos plataformas de más de 4.800 toneladas de peso. Estas irán situadas, a su vez, sobre un soporte anclado al fondo marino mediante seis pilotes, que tendrán más de 50 metros de altura y pesarán unas 2.400 toneladas.
Ubicado frente a la isla alemana de Rugen, este parque va a ocupar un área de unos 34 kilómetros cuadrados, en los que Iberdrola tiene previsto instalar 70 aerogeneradores de cinco MW de potencia.