El Gran Premio de la República Checa, que se disputa este fin de semana en el circuito de Brno, es el escenario más abierto a las múltiples alternativas de victoria para aquellos pilotos que se juegan el título mundial de MotoGP 2016.
Aunque en 2015 fue Jorge Lorenzo quien se adjudicó la victoria en el trazado de Brno, que en la presente edición cumplirá su cita número 400 en el campeonato del mundo, las características de este circuito hacen que las opciones de victoria sean muy abiertas ya que todos los pilotos de cabeza del campeonato saben lo que es ganar aquí en uno u otro momento y en la máxima categoría o en cualquiera de las otras que conforman el programa de la competición.
Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) llega a Brno como sólido líder de la competición, a pesar de su quinta posición en la carrera de Austria y con la esperanza de poder mantener las distancias respecto a sus rivales en un circuito en el que acumula una victoria en MotoGP en 2013 y un año antes en Moto2.
Sólo su compañero de equipo Dani Pedrosa le apartó de la victoria en 2014, en lo que supuso romper la racha consecutiva de triunfos que por entonces acumulaba el piloto de Repsol Honda, y Jorge Lorenzo en 2015.
Los poco más de 5.400 metros del circuito de Brno tienen un poco de todo, con subidas y bajadas, un total de catorce curvas y largas rectas, la puesta a punto de las motos se antoja determinante.
Sus largas curvas no hacen tan determinante la aceleración de las motos, lo que en cierta medida beneficia a las Honda, todavía con muchas carencias en ese aspecto, y las equilibra frente al rendimiento de las Yamaha y las Ducati, que llegan a la República Checa crecidas tras su doblete en el Red Bull de Austria.
El objetivo, un gran premio más, no es otro para los pilotos de Yamaha que intentar recortar diferencias con el líder del campeonato, algo que si la climatología no lo impide resulta perfectamente factible tanto para Jorge Lorenzo, que ostenta el récord de la pista, como para Valentino Rossi, quien en Brno ha protagonizado grandes gestas, entre ellas su primera victoria en grandes premios, en el año de su debut, en la categoría de 125 c.c.
Pero en esa pelea por la victoria, que no por el título mundial, se pueden inmiscuir los pilotos de Ducati, que lejos en la tabla del campeonato, sexto Andrea Iannone y séptimo Andrea Dovizioso, llegan a Brno crecidos tras su doblete en Austria.
Las características de la pista checa y el conocimiento existente de la misma entre todos los pilotos hacen que las condiciones sean muy distintas, pero los pilotos de Ducati pueden aprovechar la potencia y velocidad máxima de la misma para intentar hacer una nueva "gesta" similar a la austríaca, si bien ésta se antoja mucho más improbable.
El foco de atención, más que nunca en los últimos grandes premios, estará centrado en la lucha entre los pilotos de Repsol Honda y Yamaha, con la atenta mirada de los pilotos de Ducati y quizás también de los pilotos de Suzuki, Maverick Viñales y Aleix Espargaró, quien habrá tenido algo más de tiempo para recuperarse de la lesión que le impidió acabar la carrera de Austria.
Tras ellos la legión de pilotos de equipos independientes, con mención especial al español Álvaro Bautista, ahora en las filas de Aprilia con su RS-GP, pero que ya ha confirmado su fichaje, nuevamente, por el equipo de Jorge Martínez "Aspar", para pilotar su Ducati Desmosedici GP16 la próxima temporada.
Pol Espargaró (Yamaha YZR M 1) tiene por delante el difícil compromiso de "enderezar" la situación vivida en Austria, en donde su equipo decidió no entrenar y eso le "condenó" a estar todo el fin de semana "aprendiendo" y también sufriendo para arrancar como mejor resultado una discreta décima plaza.
Esteve "Tito" Rabat (Honda RC 213 V) tras la decimotercera plaza de Austria, tendrá nuevamente por objetivo seguir creciendo en MotoGP para volver a sumar puntos en su cuenta particular.