El sábado día 10 de este mes tendrá lugar a modo de prolegómeno el pregón oficial de la Romería del Santísimo Cristo de El Romeral, un acontecimiento que alcanza en este 2016 su quinta edición, en su segunda y nueva etapa, y que antecede al recorrido romero hasta el pinar de la Plata. De pronunciarlo se encargará en esta ocasión un hombre suficientemente conocido entre los arcenses; por su experiencia política y, sobre todo, por su profesión de procurador judicial. Se trata de Cristóbal Andrades Gil, de 56 años de edad, quien ya fuera pregonero de la Semana Santa con tan sólo 22 años, llevando a gala haber sido posiblemente el pregonero más joven que nos ha deparado la Semana Mayor arcense. Pero el carácter de su actual misiva es bien distinto...
En todo caso, de regreso al atril pregonero...
—Ofrecí el pregón de Semana Santa en 1982. Me considero hombre de hermandades y cofradías, y quién me iba a decir que me ofrecerían esta oportunidad, pero así ha sido. La romería es algo muy distinto a nuestra Semana Santa.
¿Cómo le llega al pregonero la propuesta por parte de la asociación del Cristo del Romeral?
—Me lo propone la junta de Gobierno de la asociación después de que me incorporara a ésta hace unos meses. Mi experiencia con ellos me ha agradado porque denoto un ambiente muy bueno; hay gente muy sana que sabe vivir los actos de convivencia en los que he participado. Me llamó la atención y dije que sí, me he arriesgado.
¿Cuál es su vinculación con la celebración romera?
—Nunca he sido un romero de pro en el sentido de acudir vestido de corto a la romería y cosas así... He vivido la romería a mi manera, acompañado de amigos para tomar una copa, a echar un rato. Pero, la verdad, es que cuando vas conociendo este mundo, te enganchas. Ya he dado un primer paso, que ha sido hacerme socio.
¿Qué recuerdos atesora de aquella romería suspendida en los años ochenta?
—Más que recuerdos de fervor, momentos vividos con los amigos, con mi novia que después fue mi esposa.Todos tenemos recuerdos de la romería que acabó trágicamente, pero, bueno, después resurgió con éxito. Es una fiesta importante para Arcos, que se la merece. Y ahí estamos. Como pregonero, intentaré promocionarla lo máximo.
Como hombre de la justicia que es, ¿cree que aquel aciago hecho del asesinato de una persona en plena romería en los años ochenta no tuvo que suspender la fiesta nunca?
—Yo respeto los motivos de las personas que entonces organizaban la romería. Si yo hubiera estado entonces en la junta directiva no habría suspendido la romería. Por desgracia, se dan sucesos diariamente en todas las fiestas y en todos sitios, y no por ello se suspenden las fiestas. No creo que una cosa tuviera algo que ver con la otra...
Y ahora, después de cinco años, ¿qué le parece que se haya retomado la fiesta?
—Estupendo, y aprovecho para hacer un llamamiento a la participación. En poco tiempo, la romería ha recobrado su prestigio. Se ha convertido ya en una de las fiestas más populares de Arcos y eso le interesa a la ciudad por muchos motivos. Se ha luchado y habrá que seguir peleando para que eso siga adelante.
Respecto a la programación, ¿qué le parecen las propuestas para el día de la romería y la noche anterior?
—Es un programa muy amplio. La presentación es impresionante porque hay exposición de carretas, actuaciones musicales..., aunque no quiero adelantar mucho o nada sobre mi pregón, que será sencillo y simple. La organización de la romería me parece impresionante. El montaje también es impresionante y temo que subirme al escenario me imponga... No es fácil. Felicito a todos los que contribuyen a ese montaje.
No obstante, no será un pregón estrictamente religioso, sino una ocasión para evocar recuerdos, convivencias...
—Efectivamente. Será un pregón simple y sencillo, como sencillo es Arcos. No soy poeta, así que no se puede esperar un pregón en verso. Voy a ser más práctico y mi intención será “vender” ese evento que es la romería. Pregonar significa anunciar, promocionar..., y en eso estoy. Me considero más presentador que pregonero. Tampoco será un pregón largo porque el marco donde se celebra no invita a ello como, por ejemplo, una iglesia. La gente está al aire libre, con la familia y amigos, tomando una copa... No voy a lucirme porque no soy brillante.
¿Ha contado con alguna ayuda para la redacción y diseño de su pregón?
—Alguna ayuda he pedido, pues tampoco guardo la información y la experiencia necesarias. No tengo la facilidad de Manolo Zapata, la gracia de Loreto de la Rosa, de Antonio Saborido... Tengo un estilo distinto e, insisto, me considero más presentador que pregonero. Arcos tiene que recuperar el espacio que merece, al igual que su romería.
El hecho de que haya sido designado pregonero hará que viva este año con mayor intensidad la romería, si cabe? ¿Se siente de algún modo obligado a ello?
—No es obligación, es un compromiso que adquieres. No me considero una persona muy festera, excepto en algún momento puntual con los amigos y mi entorno más cercano. No me prodigo en cantes y esas cosas, pero ya digo que el mundo de la romería te engancha. Mi corta experiencia con la asociación me ha enseñado que es un grupo formado por muy buena gente, gente muy sana con la que da gusto convivir. Y si este año la romería tiene un especial interés para mí, habrá que seguir así en lo sucesivo.
La expectación está servida. Gracias y suerte con el pregón que pronunciarás la noche del sábado 10 en el recinto ferial.