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Hallan huella de ADN de neonazi en restos de niña asesinada en 2001

La única superviviente de la NSU es Beate Zschäpe, de 40 años y a la que desde hace tres años se juzga en Múnich

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  • Crimen. -

La policía de Baviera (sur de Alemania) informó hoy del hallazgo en los restos de una niña desaparecida en 2001 de huellas de ADN correspondientes a un terrorista neonazi muerto hace cinco años y miembro de un grupo ultraderechista que asesinó a nueve inmigrantes.

Los restos mortales de la niña, Peggy, de nueve años, fueron localizados el pasado julio en un bosque de Turingia (este del país), tras años de intenso e infructuoso rastreo en la región bávara donde se la había visto por última vez.

De acuerdo con las informaciones hoy difundidas, en sus restos se han detectado huellas del ADN de Uwe Böhnhardt, miembro del grupúsculo neonazi denominado Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), quien se suicidó en verano de 2011 junto con su compañero Uwe Mundlos, acosados por la policía tras cometer un atraco.

Salió entonces a relucir la existencia de ese grupo neonazi, responsable de las muertes de nueve inmigrantes, así como de una agente de la policía, entre 2000 y 2007, además de atentados con bomba y robos de bancos.

La única superviviente de la NSU es Beate Zschäpe, de 40 años y a la que desde hace tres años se juzga en Múnich.

Zschäpe se entregó poco después del suicidio de sus compañeros, tras hacer saltar por los aires la casa donde vivían los tres, entre cuyos restos se encontró información sobre los asesinatos de los extranjeros, cometidos todos con la misma pistola.

El hecho de que esa célula hubiera actuado impunemente durante una década, sin que se investigara un hilo conductor entre las muertes de los inmigrantes, ocurridas en distintas partes del país, derivó en un escándalo político y policial.

A ello se sumaron ahora esas nuevas revelaciones, que vinculan a uno de los tres miembros del grupo con la muerte de una niña.

En declaraciones a la televisión pública ARD, el abogado Mehmet Daimagüler, representante de la acusación particular en el juicio contra Zschäpe, anunció una nueva demanda para que se investigue de nuevo un ordenador hallado en la casa donde vivió el grupo.

De acuerdo con el jurista, entre los contenidos hallados en el aparato había una serie de archivos con pornografía infantil sin que se llegara a establecer si éstos habían sido almacenados por Böhnhardt o por los restantes miembros.

En el vehículo donde se suicidaron los dos neonazis, en medio de la persecución policial, se hallaron asimismo juguetes, sin que se llegase a establecer su procedencia.

El caso de la pequeña Peggy levantó en su momento un gran revuelo y hasta se abrió un juicio por indicios contra un hombre con problemas psíquicos, quien se declaró culpable y fue condenado a cadena perpetua.

Poco después retiró esa declaración de culpa y la propia justicia bávara reabrió el proceso, ya que se constataron contradicciones entre el relato de su confesión y las investigaciones policiales.

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