Niños Mutantes se prepara para lo que será su nuevo trabajo discográfico. El próximo mes de diciembre será cuando los integrantes de la banda se metan en el estudio para dar forma a este nuevo larga duración, el decimo de su carrera. Está previsto que en el mes de marzo de 2017 esté disponible en formato físico y todas las plataformas digitales.
El nacimiento de este disco lo marcarán otras dos fechas que seguramente no olvidarán. La primera, el 16 de abril de 2016, la noche en que llenaron la Riviera en un concierto con una veintena de invitados para celebrar el inmenso regalo que les habían hecho sus compañeros de profesión: un disco, Mutanciones, con dos docenas de versiones de las canciones que habían compuesto a lo largo de 20 años.
La segunda fecha que no olvidarán es el 22 de abril de 2016. Aquel día estuvieron a punto de poner fin a dos décadas de carrera. “Casi llegamos a las manos”, cuentan, y se las echan a la cabeza recordando cómo descubrieron que en todos esos años no sólo habían acumulado amor, sino también una ingente cantidad de mierda, que salió a borbotones en una furgoneta a lo largo de los 278 km que separan Murcia de Granada. Cuando más queridos se sentían, menos se querían entre ellos.
¿Cómo se supera un trance así? Dos opciones tenían: alimentar el rencor o hacer algo con él. Y eligieron lo segundo. “Si no podemos hablar, toquemos”.
Y así, seis meses después, cuentan que tienen 20 canciones más en la mochila de las que más o menos una docena acabará convirtiéndose en su décimo disco. Un trabajo nacido de la experiencia de subir a lo más alto y precipitarse rodando a lo más oscuro.
“Lo único que sabemos es que esta aventura está sirviendo para que de nuevo sintamos que somos amigos y que nos une el placer de retarnos con la música. Si os gusta, eso ya será otra historia.”
Nani Castañeda, batería, y Miguel Haro, bajista, formaban parte de Mama Baker, un grupo que ya tenía reconocimiento en la escena indie granadina. Su amigo Juan Alberto Martínez acude con frecuencia a sus ensayos. Es un buen letrista y escritor de canciones, y poco a poco empiezan a colaborar, considerando la posibilidad de que esa colaboración sea permanente. Hasta que deciden formar juntos un grupo paralelo. De esta forma, con formato de trío, inicia su andadura en 1994 Niños Mutantes.
Al principio se dedican a grabar y mover sus maquetas, que remiten a publicaciones como Rockdelux, Subterfuge, Rock Indiana o Mondo Sonoro, entre otras. Las canciones encuentran buena acogida y obtienen muy buenas críticas, sonando también con cierta frecuencia en emisoras como Canal Sur Radio y Radio 3, especialmente en los programas Diario Pop y Disco Grande, donde son elegidas entre las mejores maquetas del 95 y del 96. Asimismo, van ganando público a través de sus conciertos y participan en numerosos concursos, con bastante éxito (Paranoid, Rock ’m’ Pilas, Diputación de Granada, Oviedo Múltiple o Lagarto Rock, entre otros).
El grupo editará un par de singles, “Florecer” (Astro, 2000) y “Elévame” (Astro, 2001), y un EP "Nuevas Conversaciones en el Simca" (Astro, 2002), para, por fin, sacar a la calle su tercer larga duración: “El Sol de Invierno” (Astro, 2002), disco con el que ascienden de forma definitiva a la primera plana del indie en España. Un trabajo mucho más asequible y amable, en el que van integrando, junto a sus influencias habituales de rock alternativo de los primeros 90 o de grupos como Radiohead, algunos toques sixties en las melodías.
