Investigadores de Instituto Español de Oceanografía (IEO) liderarán los próximos 7 días una campaña oceanográfica a bordo del buque Ángeles Alvariño para estudiar la morfología y dinámica sedimentaria del Cañón de Algeciras y poder valorar así los riesgos geológicos asociados a esta estructura. Además, se estudiarán los hábitats presentes tanto en fondos blandos como rocosos.
El Cañón de Algeciras es un cañón submarino localizado en el interior de la bahía de igual nombre y que está enclavado en un importante centro económico y marítimo del sur de la Península Ibérica.
Desde hoy viernes 18 de noviembre y hasta el próximo viernes 25, un equipo de científicos, liderado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO), explorará este cañón a bordo del buque oceanográfico Ángeles Alvariño.
Se trata de la campaña RIGEL_1116, en la que participan investigadores de los centros oceanográficos del IEO de Cádiz, Málaga y Madrid, así como del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), de la Universidad de Salamanca, el CSIC y la Universidad de Málaga, y cuyo objetivo es llevar a cabo un completo estudio geofísico con diferentes técnicas de alta resolución y de muestreo de sedimentos que permitirán mejorar el conocimiento de la morfología de este cañón, de su dinámica sedimentaria y de los hábitats presentes en sus fondos tanto sedimentarios como rocosos, así como evaluar por primera vez la estabilidad de sus vertientes y de su cabecera.
Esta campaña se enmarca en un proyecto cuyo objetivo es estudiar los riesgos geológicos asociados a cañones submarinos en el Mar de Alborán y Estrecho de Gibraltar: el proyecto RIGEL. “Uno de los riesgos geológicos probablemente menos conocidos en los fondos marinos es la erosión en la cabecera de los cañones submarinos”, explica Juan Tomás Vázquez, investigador del Grupo de Geociencias
Marinas del IEO en Málaga y que lidera la campaña y el proyecto
En estos cañones puede desarrollarse una importante dinámica tanto hidráulica como sedimentaria que puede tener varias consecuencias: la principal es el transporte de los sedimentos desde los sistemas litorales hasta los sistemas abisales. “Esta dinámica puede producir el afloramiento de formaciones rocosas sobre el fondo marino, que a su vez pueden convertirse en oasis para el desarrollo de hábitats vulnerables de organismos sésiles como corales de aguas frías”, comenta Vázquez.
Estos cañones pueden influir también en la franja costera si la erosión tiene un fuerte carácter remontante, por ejemplo, constituyendo un peligro para la estabilidad de infraestructuras emplazadas por el hombre en el medio marino como tuberías, arrecifes artificiales o incluso diques portuarios.
Por tanto, este estudio tiene como objetivo, por un lado, conocer el estado de conservación del fondo marino en estas áreas clave de la transferencia sedimentaria y, por otro, evaluar el riesgo potencial asociado a estos rasgos de la morfología submarina.