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El Lejano Oeste y los bandoleros, de la mano en el Thyssen de Málaga

La pinacoteca reúne más de un centenar de obras de artistas del siglo XIX que revisan los arquetipos y leyendas de este momento histórico

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  • Presentación con la Baronesa

La conquista del Lejano Oeste americano, con sus indios y sus vaqueros, y el feroz Sur de la Península Ibérica, con sus bandoleros, se dan la mano desde hoy en la nueva exposición temporal del Museo Carmen Thyssen de Málaga, que reúne casi 125 piezas.

La muestra es posible gracias al hecho de que la colección Thyssen-Bornemisza es la única fuera de Estados Unidos que posee importantes fondos de este periodo del arte americano, como ha destacado hoy la baronesa en la presentación de la exposición.

Su comisario, Miguel Ángel Blanco, ha admitido que es una muestra "heterodoxa" al reunir piezas de muy diversas instituciones como el Museo Antropológico de Madrid, el Museo Naval, el Museo del Ejército, el Museo de Ciencias Naturales, el Museo del Prado, el Museo del Romanticismo o el Museo del Bandolero de Ronda.

Al inicio del recorrido, sendos mapas originales muestran la disposición de los asentamientos de los nativos americanos en la zona del río Misisipi, "que era la frontera líquida que separaba el este del oeste", ha apuntado Blanco.

Se destaca la presencia española durante doscientos años en lo que se llamó entonces "la Comanchería", y es que los españoles, en concreto comandados por Hernando de Soto, fueron los primeros que cruzaron esa frontera del Misisipi y los primeros que lucharon contra los apaches.

Ese Oeste tan desconocido "era un símbolo de una naturaleza virginal", ha apuntado el comisario, como muestra una obra de las cataratas de San Antonio, ya desaparecidas.

Uno de los artistas que más se aproximó a la idiosincrasia del nativo americano fue Karl Bodmer, con una serie de grabados que en la exposición dialogan con piezas del Museo Antropológico como una maza apache y unos mocasines.

"El nativo americano era un elemento más de la naturaleza, que después sería exterminado por el ejército de los Estados Unidos", ha señalado Blanco.

Entre las piezas más curiosas figura un penacho de plumas de águila calva que fue regalado al barón Thyssen por un embajador americano en los años 60.

La principal singularidad de esta exposición reside en la vinculación que se ha establecido entre "el Salvaje Oeste y el Feroz Sur", a través de los indios y los bandoleros, "que tenían una misma forma de actuar, con los asaltos a las diligencias, y de ocultarse", según el comisario.

Carmen Thyssen-Bornemisza ha desvelado que su afición por el arte americano surgió después de vivir durante muchos años en California junto a su primer marido, el actor Lex Barker -"que era Tarzán", ha recordado la baronesa-.

"Siempre me ha gustado la pintura americana y hacer exposiciones de cuadros americanos y europeos, porque creo que hay una conexión y una continuidad en el arte", ha añadido.

Por su parte, la directora artística del Museo Carmen Thyssen, Lourdes Moreno, ha apuntado que es una "exposición singular" en la historia de la pinacoteca, que nunca había instalado una muestra "tan transversal y con piezas tan distintas".

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