En otra edición más, la decimo tercera, la carrera popular de San Silvestre volvió a reunir a un elevado grupo de corredores de todas las edades que aportaron el toque de ambiente navideño característico de esta prueba atlética.
Fueron alrededor de trescientas personas, repartidas entre todas las categorías que la misma prueba acogía, las que no quisieron perderse la carrera organizada por la asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer 'El Arenal', con la colaboración de la delegación de Deportes y la Peña Dosa. Muchos de los corredores quisieron aportar el toque navideño que rodea a esta prueba con disfraces, gorros navideños y otros enseres como los típicos cuernos de reno. La mayoría de los atletas de la carrera de adultos portaron la camiseta técnica que la organización de la prueba regalaba con la inscripción, en la que se podía leer el lema 'No me olvides'.
Pasadas las diez y media de la mañana, la categoría absoluta, en la que participaban desde cadetes a veteranos, se situó en la línea de meta para realizar un minuto de silencio por el atropello mortal del ciclista Javier Cabeza en Sevilla. El ciclista sevillano de 37 años de edad fue atropellado mortalmente la pasada semana cuando iba en bicicleta por un vehículo conducido por un joven de 27 años que dio positivo en alcoholemia y consumo de estupefacientes. Con este gesto, donde los familiares de Miguel Ángel Pruaño estuvieron en primera fila, se volvía a recordar la fragilidad de los ciclistas y lo necesario que se vuelve el dejar una distancia de seguridad entre los vehículos y los amantes de la bicicleta.
Una vez realizado el minuto de silencio se dio la salida a la primera de las carreras de la mañana. Un nutrido grupo de alrededor de ciento cuarenta corredores tomaron la salida desde el centro de enfermos de alzheimer ‘Manuela Forja’ para completar los cinco kilómetros del circuito urbano. Una carrera que en su primer paso por línea de meta lo hizo rápido, con un grupo de unos cinco corredores distanciados de los demás corredores. Algunos iban a competir para ganar la prueba, otros por el mero hecho de participar en esta carrera popular y de carácter solidario, otros tantos por superar el reto de llegar a la líena de meta.
Así, el sprint final en el que se repartieron los distintos cajones del podio fue entre Álvaro Segura, José Manuel Pérez y Salvador Pruaño, que acabó en la entrada en meta en la misma posición en la que han sido citados. Poco a poco fueron entrando en meta los demás corredores de la prueba, todos ellos arropados por los aplusos del público que no quiso perder detalle de la carrera de San Silvestre.
Una vez finalizada la carrera de la categoría absoluta fueron sucediéndose las carreras de infantil, benjamín y alevín, para acabar con las dos pruebas de los más pequeños, las de pitufos y pañal. Con la entrega de trofeso y medallas a los ganadores de las distintas pruebas se dio por finalizada la XIII edición de la carrera popular de San Silvestre de la Villa de Rota.
