El empresario Alejandro Mas Ramírez presentó ayer una denuncia ante el juzgado por una presunta detención ilegal contra el policía nacional que la practicó y le tomó declaración perteneciente a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la comisaría de Jaén, y en su caso a los compañeros y superiores que pudieran resultar implicados en el curso de la instrucción.
Al empresario se le imputaron dos cargos, uno de falsedad documental y otro de corrupción en los negocios. Sin embargo, las preguntas del interrogatorio tan solo aludían al de falsedad documental, no así el de corrupción en los negocios que era el delito que daba cobertura legal a la detención pues su pena máxima es de más de tres años.
No obstante, el delito de corrupción en los negocios es de nueva creación y no existía en el tiempo en que se desarrolló la campaña de publicidad objeto del supuesto delito, por lo que no era aplicable, algo que, o desconocía el agente y la UDEV o se mantuvo para proceder a la detención y la privación de libertad durante 22 horas en el calabozo. Curiosamente, además, ese delito no vuelve a aparecer más en todo el caso.
La denuncia del empresario Alejandro Mas se produce una vez que el pasado jueves 23 de marzo la Audiencia Provincial decretara el archivo definitivo del caso conocido como ‘Operación Paraíso’, denegando el único recurso que se presentó, el del Grupo Popular en la Diputación, firmado por su portavoz Miguel Contreras y dejando claro que no se apreciaba ni “el delito de prevaricación administrativa, ni el de fraude o exacción ilegal”.
Alejandro Mas, que fue detenido el pasado 19 de septiembre junto al exdelegado de Economía, Antonio de la Torre (que dimitió hace unas semanas), por la contratación de una campaña publicitaria en su anterior función como director del Área de Presidencia de la Diputación, y otros dos empresarios, asegura que la denuncia la pone “a título personal y no representa la opinión ni las acciones que el resto de afectados pudieran tener o ejercer”. Del mismo modo, el empresario, recuerda que la “investigación policial se inició por la denuncia de un trabajador, Francisco Alted, que fue despedido de una de las empresas afectadas y cuya declaración sirvió para poner en marcha una operación que tuvo como consecuencia el desprestigio personal y profesional de un político y dos empresarios”.
En su denuncia, Mas explica que en junio de 2016 el agente denunciado pidió información a las empresas involucradas sobre la campaña publicitaria realizada para Diputación, documentación que se aportó a la Policía Nacional. No hubo más noticias hasta el 18 de septiembre, cuando el empresario recibe una llamada del agente para requerir su presencia en la Comisaría al día siguiente, lunes 19 de septiembre a las 10’30 horas. Media hora después fue recibido por el policía, que le comunicó su detención por los cargos de falsedad documental y corrupción en los negocios. Acto seguido fue conducido al calabozo y aunque su abogado ya estaba a las 12’15 horas en Comisaría, no lo sacaron del calabozo para tomarle declaración hasta las 14 horas. A esas horas, y aunque el comunicado de la Policía no se envió a los medios de comunicación hasta alrededor de las 20 horas, ya había en Comisaría un redactor del diario Jaén, según informan fuentes policiales.
Al inicio de la declaración, el agente denunciado “invita” al empresario Alejandro Mas a firmar el informe de la Policía Nacional y de esa forma salir del calabozo, algo que sí había hecho otro empresario detenido, ya en libertad. Es entonces cuando su letrado traslada al agente que permanecer detenido no tenía sentido aludiendo a lo que la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece sobre el arraigo familiar, ausencia de antecedentes y nulo riesgo de fuga. Sin embargo, según explica Mas, el policía denunciado arguye que todavía quedaban detenciones que hacer y podría contaminar declaraciones de otros implicados, algo que no se tuvo en cuenta con el empresario puesto en libertad.
“La permanencia en la comisaría, en mi opinión perseguida, tuvo como consecuencia, el famoso ‘paseíllo’ al que fuimos sometidos al mediodía del martes 20 de septiembre”, concluye el empresario jienense.