El consejero de Fomento, Felipe López, ha achacado hoy el retraso en la puesta en explotación del metro de Granada a la necesidad de adaptar su circulación a un difícil trazado en superficie, donde los trenes deben superar 57 cruces en sus trece kilómetros de longitud.
Este trazado, al que se suman tres kilómetros subterráneos, obliga a que el metro supere cada ocho minutos un cruce compartido con vehículos a motor, ciclistas y peatones, "en una ciudad que no está acostumbrada a este medio de transporte", ha destacado.
López ha remarcado en su comparecencia en el Parlamento andaluz que la entrada en funcionamiento del metro granadino requiere de "un proceso de adaptación" y ha calificado de "ejercicio de sensatez" la prolongación del periodo de pruebas hasta mediados de mayo.
"Esta adaptación al metro exige una tarea pedagógica, de información, de familiarización con este nuevo medio de transporte y también hay que prolongar el tiempo de las pruebas de circulación por la dificultad de recuperar infraestructuras de este transporte acabadas hace años y que han sido ocupadas por vehículos estacionados, ciclistas, o por empresas de reparto", ha explicado.
La diputada del PP Ana Vanessa García, ha denunciado el retraso de este proyecto, "que en una semanas cumplirá diez años", y le ha replicado al consejero: "Todos no estamos acordado ahora de cuando el PP pedía que el metro fuese soterrado".