Con la procesión de este Domingo de Resurrección de Cristo Resucitado termina una Semana Santa con dos grandes ausencias, la del escultor Alfonso Berraquero García y la de las Madres Capuchinas, que se marcharon el convento de clausura el pasado mes de enero.
Ha sido una Semana Santa muy distinta donde el recuerdo al Hijo Predilecto de San Fernando ha estado presente todos los días de la semana, simbolizado en lazos, gubias, o una dedicatoria en el callejón de Ánimas. También ha sido una Semana Mayor en la que la ventana del convento de clausura de la calle Constructora Naval no se ha abierto como era costumbre con las Madres Capuchinas. De ahí también que cofradías como Nazareno no hayan pasado ante el convento.
Una Semana Santa donde se ha incidido en dos cosas importantes: por un lado la donación de órganos a través de las campañas de Lágrimas de Vida, que han llevado a cabo hermandades como Medinaceli o Desamparados, entre otras, y que hoy llevará también la Resurrección.
También ha sido una Semana Santa en la que se ha invitado a rezar por los cristianos perseguidos en diversas partes del mundo.
La climatología ha hecho que las calles se vean repletas de público y que incluso muchas de las personas llegadas por el campeonato de MiniBasket, hayan disfrutado con las procesiones y hayan sentido la curiosidad de ver su discurrir por las calles.
También ha sido una Semana Santa en la que sólo el fuerte viento de levante del Domingo de Ramos deslució el discurrir de las procesiones, obligando a cambios en itinerarios y a acelerar la recogida.
La ciudad ha estado engalanada con más balconeras, pero ha dado la impresión de tener menos cobertura para vallas y ninguna para señales de circulación, que en 2016 si se taparon, y cuyos trabajos estaban a cargo de una empresa adjudicataria. En esta ocasión, las vallas vestidas no se pudieron ver hasta el Martes Santo. La de los discos de circulación nunca. En el caso de las balconeras, el incremento de 150 ha permitido llegar a calles como Dolores, Pérez Galdós, o San Pedro Apóstol, entre otras. Las hermandades también quieren que se incrementen las fundas para las vallas y que sean colocadas justamente en las que se ponen a la puerta de los templos para la salida de las distintas procesiones.
También ha sido la Semana Santa en la que se han instalado aseos portátiles, en zonas que no afearan el discurrir de las procesiones ni la imagen de la ciudad, escogiéndose la zona de la Plaza Virgen de la Estrella y la zona de la Plaza Rodríguez de Arias. No se pudieron poner en el callejón de la Soledad, dado que éste figura en los planes de seguridad como vía de evacuación, y no pueden situarse obstáculos a la misma.
Los miedos a la falta de la Policía Local tras lo sucedido en los Vía Crucis de Cuaresma remitieron de inmediato, al comprobarse el despliegue existente. En Semana Santa ha funcionado mejor la retirada de vehículos y la seguridad de las procesiones que en Cuaresma con los Vía Crucis.
La Carrera Oficial de la calle Real se ha mostrado llena todos los días, gracias a la decisión del Consejo de Hermandades de no permitir la cesión de palco por un año. No obstante, la estructura aunque bien en altura y situación necesita de unas mejoras considerables como salidas que pueden abrirse en caso de acumulación de público, zonas destinadas a sillas de personas con movilidad reducida o de niños pequeños en las distintas entradas de los palcos.
En el apartado de Protección Civil ha habido un gran despliegue con todas y cada una de las hermandades, con un Plan de Seguridad que ha tenido ambulancias previstas en puntos de masificación como la calle Real o las salidas y recogidas de las hermandades.
Protección Civil ha contado también con un sistema coordinado entre los distintos voluntarios y ha suministrado camillas y extintores junto a los pasos, para casos de incendio, como el conato sucedido en 2015 con el paso de Ecce Homo en las curvas de Capitanía.
También se han abierto las intersecciones entre el paso de una cofradía y otra, cuando ha sido posible por la distancia en el paso por la Carrera Oficial. El dispositivo mostró todo su esplendor el Jueves Santo con 20 horas de procesiones continuadas que fueron desde la salida de Tres Caídas a las 14.30 horas hasta las 11.00 horas del Viernes Santo, con la recogida del Nazareno y la Virgen de los Dolores en la Plaza de la Iglesia.
Termina una Semana Santa con una gran presencia militar en el Santo Entierro y una baja de la Corporación Municipal, que además es Hermana de Honor de la hermandad carmelitana.
Ha afeado las calles y en especial la calle Real y la Plaza de la Iglesia la venta ilegal por parte de individuos sin que la Policía Local haya desalojado los puestos de la vía pública.
Canal Sur, a través del programa Andalucía Directo, coordinado por la periodista isleña Paz Santana, también retransmitió en directo la salida de la hermandad del Ecce Homo, simultaneándola con otras procesiones del Lunes Santo en Andalucía.
La repercusión de la Semana Santa en el comercio isleño se ha traducido con bares repletos de gente y terrazas llenas todos los días de la Semana Mayor.
Termina por tanto este domingo, una Semana Santa que ha mejorado en muchas cosas, pero que necesita de muchas mejoras en materia de seguridad en la calle Real, dada la importante acumulación de público que existe junto a los palcos y los tapones que se forman en el desalojo de la estructura. Ha mejorado la distribución de las mesas de los bares en una línea, suponiendo menos obstáculo para los peatones, y la eliminación de puestos de feria de la Plaza del Rey, que han sido desplazados a la Alameda, afeando igualmente el paisaje.
