“Vivíamos a gusto, pero ahora no hay quien viva en San Ildefonso”. Éste es el sentir generalizado entre los vecinos del popular barrio de la capital jienense, que esta semana han llenado de pancartas los balcones de los pisos que dan a la emblemática plaza.
Se pueden leer mensajes contra el ruido que provocan la música y la concentración de personas en los bares de la zona hasta altas horas de la madrugada; y por el botellón que se celebra cada fin de semana. ‘Aquí no hay quien viva’, ‘Queremos descansar’ y ‘Botellón patrocinado por el Ayuntamiento’ son algunas de las expresiones con las que los vecinos están manifestando públicamente el malestar que vienen padeciendo desde hace más de tres años y que a lo largo de este 2017 se ha intensificado.
San Ildefonso se ha puesto de moda y de viernes a domingo es punto de encuentro de centenares de personas que, como denuncian los vecinos, están demostrando incivismo. “El barrio está saturado de ruido, de suciedad y de personas que campan a sus anchas, bebiendo en la calle, haciendo sus necesidades en los maceteros de la plaza y causando muchas molestias”, reconoce a VIVA JAÉN Juan Jesús Suárez, portavoz de los vecinos.
Los residentes piden que “se aplique la Ley” haciendo clara referencia al cumplimiento de las licencias de los bares de la zona. “Tienen licencia sin música y la ponen hasta las cuatro de la mañana. El ruido es horrible y la plaza se llena de personas bebiendo en la calle cada fin de semana”, reconoce Suárez. De ahí que pidan mayor presencia policial en la zona. Según los vecinos, sólo ha habido durante la Semana Santa.
El presidente de la Asociación de Restaurantes, Bares y Cafeterías ‘Asostel’, Antonio Lechuga, asegura que “la intención no es causar problemas a los vecinos”, recordando que informes técnicos sobre el ruido en la zona han demostrado que no se sobrepasa. “Las actas levantadas a los bares ha sido porque había gente bebiendo en la calle, pero quién dice que no eran del botellón”, apunta.
Hace un año, los residentes denunciaron ante el ruido originado por el alto volumen de la música en uno de los bares y la justicia falló a favor de ellos; y esta Semana Santa se levantaron actas contra dos bares, por el consumo de alcohol en la calle.
Los pubs pueden abrir hasta las tres de la madrugada y los bares hasta las dos. En casos de fines de semana y de festivos, pueden solicitar la ampliación de una hora más.