Fernando Verdasco y Carla Suárez lograron el pase a octavos de final de Roland Garros y España tendrá a siete tenistas en esa ronda, a uno del récord de 1998.
Feliciano López no pudo completar la buena jornada para España, que hubiera podido contar con 8 representantes en la ronda de los dieciséis mejores, igual que hace 19 años.
Este domingo jugarán sus partidos de octavos los cinco tenistas que lograron el viernes la clasificación, entre ellos Rafael Nadal, que busca su décimo triunfo y que hoy festejó en París su 31 cumpleaños, y Garbiñe Muguruza, que defiende el título femenino.
Verdasco se impuso de forma sorprendentemente sencilla al uruguayo Pablo Cuevas, favorito 22, por 6-2, 6-1 y 6-3, una victoria más fácil de lo que hacía prever el hecho de que el sudamericano llegara a París con buenos resultados sobre tierra batida, la victoria en Sao Paulo, los cuartos de final en Montecarlo y las semifinales en Madrid.
Está haciendo un buen tenis el madrileño en París, el único Grand Slam en el que nunca ha sobrepasado los octavos de final, que ha jugado en cinco ocasiones.
Derrotó en su debut al alemán Alexander Zverev, noveno favorito, promesa de 20 años que llegaba tras haber ganado el Masters 1.000 de Roma, en un partido que se jugó en dos días. Y en cinco sets se deshizo del francés Pierre-Hugues Herbert en segunda ronda.
Verdasco se medirá por un puesto en cuartos de final de Roland Garros, el único Grand Slam en el que no ha llegado a esa fase, con el vencedor del duelo entre el japonés Kei Nishikori y el surcoreano Hyeon Chung, cuyo final fue aplazado por la lluvia cuando el nipón había ganado las dos primeras mangas, el surcoreano la tercera y dominaba 3-0 en la cuarta (7-5, 6-4, 6-7 (4), 3-0).
Carla Suárez también ha encontrado su buen juego en la arcilla de París y ya está por quinta vez en los octavos de un torneo en el que en dos ocasiones ha sido cuartofinalista.
La canaria superó a la rusa Elena Vesnina por 6-4 y 6-4 y se medirá a la tercera favorita, la rumana Simona Halep, finalista en 2014 pero a quien siempre ha ganado sobre tierra batida.
Suárez eleva su nivel cuando juega en París, por lo que tiene opciones de clasificación, de hacer ese partido de referencia que busca en el que derrote a una de las favoritas para reafirmar su nivel.
La de arena la dio Feliciano López frente al croata Marin Cilic, que recordó al tenista que en 2014 ganó el Abierto de Estados Unidos. El toledano se inclinó por 6-1, 6-3 y 6-3, sin que en ningún momento diera sensación de que podía ganar el partido.
Mañana comienzan los octavos, en los que Nadal se medirá con Roberto Bautista, un jugador de gran nivel en tierra batida que solo ha perdido un duelo en su camino hacia la cuarta ronda.
El nueve veces campeón deberá demostrar que las tres exhibiciones que le han llevado hasta octavos de final no son un espejismo, lo que afianzaría ya su cota de favorito, muy superior a la de ninguno de sus rivales a estas alturas del torneo.
Albert Ramos tratará de volver a los cuartos de final en los que estuvo el año pasado. Su último escollo para lograrlo es el número 2 del mundo y defensor del título, el serbio Novak Djokovic, a quien no ha ganado un set en tres partidos.
El catalán está en un buen momento de forma, sobre todo en tierra batida, como lo demuestra que este año jugó la final de Montecarlo. Djokovic ha elevado su juego en las últimas semanas y disputó la final de Roma.
Pablo Carreño, por su parte, que nunca había disputado los octavos de un Grand Slam, jugará frente al cañonero canadiense Milos Raonic, en un duelo de buenos sacadores.
Muguruza, por su parte, se medirá a la francesa Kristina Mladenovic, la gran esperanza local para celebrar una victoria en Roland Garros.
