El próximo 29 de julio será el turno de Antonio Carmona en el ciclo de Noches de Bohemia que tiene lugar en el Alcázar, donde presentará su último disco Obras son amores tras seis años sin dar a luz a ningún otro.
Se trata de un proyecto hecho entre Miami y Madrid que cuenta con la colaboración de una gran variedad de músicos, sobre todo de Miami, aunque hecho en Madrid.
Este disco tiene el sello de Antonio Carmona pero “es muy diferente al anterior, es más alegre, está cantado en otros tonos, tiene más melodias y ,más frescura al haberlo hecho con otros compositores y otros artistas”, reconoce. En él nos encontramos con artistas como Álex Cuba, caubano ganador de varios Gramys, con el cual Antonio pretende hacer algún concierto después de esta gira. También están Alejandro Sanz, gran amigo, y Fernando Osorio, un maravilloso compositor que lleva ya mucho tiempo en Miami, o Luis Enrique, el príncipe de la salsa, amigo, maestro y genio.
De aquí pasamos a la parte de Israel: Pavlo Rosenberg, con el que ha compuesto una especie de bulería que surgió durante un viaje a al país hebreo. Además, Pavlo había realizado en su lengua natal la canción “Para que tú no llores así”, que fue número uno en Israel.
Antonio Carmona nos cuenta que siempre que “tiene un concierto en Jerez lo coge con muchas ganas por la acogida que tiene,” dice sentirse “muy cómodo y arropado”.
Además, nos adelanta que será un concierto en el que contará con varios artistas conocidos y que habrá un fin de fiesta espectacular. Además, estará su primo Carlos Carmona.
En cuanto a su nuevo disco, en el que el cantante también participa en su disco como guitarrista, nos cuenta que tiene una gran variedad y que en él lo acompañan colaboraciones muy especiales de artistas de la talle de Joan Manuel Serrat.
Cuando le preguntamos qué le parece la situación actual de la industria musical, no duda en reivindicar la existencia de un programa flamenco, haciendo una comparación con América, la cual cuenta con un programa de jazz donde llevan a figuras muy destacadas de dicha música.
Antonio Carmona se considera a sí mismo como un palo más que conforma el abanico que es el flamenco. Comenzó como percusionista acompañando a grandes artistas como Manzanita y, desde entonces, no ha parado de innovar dentro de él.
Recuerda su etapa en Ketama con mucha alegría, “nos tiramos desde un paracaídas y, la verdad, nos salió bastante bien, no cambiaría nada, son vivencias con las que he disfrutado mucho y que permanecen aún para que los demás puedan seguir disfrutando”, añade Carmona.
Asimismo, el cantante nos cuenta que ya le da igual lo que los puristas piensen de él, “nos han tachado de todo, nos han llamado herejes, cuando lo único que hemos hecho ha sido innovar”, afirma Carmona.
Le preguntamos por la canción más significativa de su disco y nos cuenta que no es capaz de elegir, es su “niño chico” y eso le impide escoger, aunque el tema de Mencanta es muy especial porque lo han hecho entre su sobrino Juan Carmona y él a Juan Habichuela, su padre, el cual es su “mayor inspiración, tanto cuando toca la guitarra como cuando no la toca”.
Además, también tiene de especial para él que es la primera vez que su sobrino Juan se lanza a hacer composiciones.