Alumbrado por la ingeniería más puntera de mediados de los sesenta, este tren fue en su día el más rápido, el más moderno y el más exclusivo. Ahora, el último de sus convoyes que continúa en activo es el Miguel de Unamuno, aunque en tan sólo unas horas le llegará una merecida jubilación.
Hay quien considera que la entrada en funcionamiento de este modelo para cubrir el itinerario entre Madrid y Barcelona marcó un antes y un después en el devenir ferroviario de nuestro país, más relevante incluso que el AVE.