N.F.S., la madre de la menor de tres años que se quedó sola en su domicilio de Roquetas de Mar (Almería) durante al menos una hora y media el pasado martes, ha aceptado una pena de diez meses de prisión por un delito de abandono temporal de menores en el juicio rápido celebrado este miércoles en el Juzgado de Instrucción número 1 de la citada localidad, donde reconoció los hechos que se le imputaban.
Así lo han trasladado a Europa Press fuentes judiciales, quienes han precisado que la autoridad judicial acordó suspender la pena privativa de libertado durante dos años con la condición de que la mujer no volviera a delinquir durante ese periodo de tiempo.
La sentencia, declarada firme, da por probado que la mujer abandonó temporalmente a su hija de tres años de edad en su vivienda habitual, donde fue encontrada por la Guardia Civil asomada al balcón llorando con medio cuerpo por encima de la barandilla y con riesgo de precipitarse al vacío, según la versión policial.
El auxilio por parte de guardias civiles del puesto roquetero tuvo lugar este pasado martes, cuando los operadores de la Central Operativa de Servicios de la Guardia Civil recibieron una llamada telefónica de una vecina informando de la presencia de una niña pequeña llorando en el balcón de un segundo piso y que, al parecer, no había ninguna persona mayor de edad con ella.
LA MADRE LLEGÓ CON BOLSAS DE LA COMPRA
Los agentes se trasladaron hasta la dirección del domicilio y comprobaron al llegar que una niña pequeña estaba agarrada a la reja del balcón, junto a una maleta, llorando, haciendo ademanes con las manos y llamando a su madre, quien apareció una hora y media después de la llegada de los agentes con unas bolsas de la compra, si bien se negó a declarar en la fase de instrucción.
Ante esta situación los agentes subieron a la vivienda para atraer a la niña hasta la puerta del domicilio y evitar el peligro de una caída logrando el objetivo, ya que la niña entró dentro al escuchar las voces de los agentes en la puerta, si bien, debido a la corta edad y el estado de nervios en el que se encontraba, no hacía caso a las indicaciones realizadas por los agentes para abrir la misma.
Los agentes desmontaron la mirilla de la puerta para tener mayor visión del interior de la vivienda, observar a la menor y poder hablar con ella para tranquilizarla. Tras intentar y no localizar a ningún adulto o familiar de la menor residente en dicho domicilio y ante el estado de nerviosismo de la menor los agentes forzaron la puerta para acceder al interior de la vivienda donde lograron coger a la menor, tranquilizarla y cuidarla hasta la llegada de alguna persona responsable de la misma.
Tiempo más tarde se personó en el domicilio una mujer, identificada como madre de la niña, a la que los agentes informaron de lo ocurrido, así como que va a ser investigada como presunta autora de un delito de abandono de menores. La menor fue trasladada hasta dependencias de la Guardia Civil, donde fue recogida poco después por su padre.
