“Esto no es una victoria ni un cheque en blanco para nadie. No se ha conseguido nada. Queda un largo camino por recorrer y queremos seguir trabajando con los vecinos”. Son declaraciones del presidente de la Asociación Unión Local de Comerciantes, Asunico, Manuel García, que el pasado verano abanderó las negociaciones con los hosteleros del centro afectados por la declaración de Zonas Acústicamente Saturadas, más conocidas como ‘zonas ZAS’ de las calles San Pablo, parte de Caballeros y las Plazas Vargas y del Clavo. Ahora, siete meses después de su entrada en vigor el pasado mes de julio, la Junta local de Gobierno ha aprobado suspender la ejecución de tal designación tras estimar las alegaciones presentadas por Asunico. Una resolución que ahora será elevada al Consejo Consultivo de Andalucía para que emita el preceptivo dictamen.
En su determinación, el Gobierno municipal del PSOE ha tenido en cuenta los informes presentados por el colectivo, que en distintos escritos registrados el 26 de noviembre, el 14 y el 21 de febrero, solicitaba la suspensión del citado acto administrativo acreditando “con documentación” los perjuicios que supuso esta medida para los establecimientos hosteleros de los enclaves a los que afectaba esta declaración, a los que se limitó horario de apertura y de instalación de veladores. En cualquier caso, García tiene claro que esto no ha hecho más que empezar, y agradece la “sensibilidad” del Ayuntamiento en este asunto, que llegó a generar una importante brecha entre los hosteleros y los vecinos.
“La hostelería va a tomar medidas desde el primer momento para que no se generen más problemas”, advierte, convencido de la necesidad de “ir de la mano de los vecinos, sentarnos para dialogar y buscar soluciones”, manifiesta. En este sentido, desde el propio Ayuntamiento vía comunicado argumentan que la idea es “conformar unas mesas de trabajo con todas las partes afectadas, hostelería y vecinos, en pro de buscar una solución que respete los intereses de todos, y que compatibilice el descanso de los vecinos con la actividad hostelera”. Fue a raíz de esta declaración de zonas ‘ZAS’ cuando los hosteleros del centro decidieron unirse y asociarse a Asunico, que ahora representa a más de 50 establecimientos, para defender sus intereses. “En su momento no se hizo un estudio del impacto en el sector servicios y en el empleo. Lo que está claro es que esto (por la resolución) no es un cheque en blanco para nadie y que hay un problema que hay que tratar”, señala Richard Vargas, portavoz de hostelería en Asunico. Hay que recordar que el pasado verano los locales en la zona de influencia de las ‘ZAS’ denunciaron pérdidas de hasta el 70% y reducción de la plantilla en algunos casos hasta la mitad a raíz de las limitaciones que traía aparejada la normativa. Entre ellas, además de la prohibición de abrir más negocios en estos enclaves, fueron especialmente controvertidas las restricción del horario de colocación de terrazas de veladores a los establecimiento de hostelería , que no podían excederse de las 24 horas, afectando esto principalmente a San Pablo y Caballeros. A ello se sumaba también la prohibición de que pubs y bares con música dispusieran de veladores y las reducción de horario de cierre de establecimientos tales como bares, cafeterías, restaurantes y pubs o bares con música en dos horas.
Si bien la vigencia de las ZAS era anual y su renovación estaba supeditada a nuevas mediciones acústicas, el Consistorio ha decidido dar marcha atrás, al entender que el procedimiento en el que adoptó la decisión (6 de junio) sufría una serie de “vicios” que podrían ser considerados causa suficiente para anular “de oficio” la resolución, tales como la ausencia de motivación o del impacto en la actividad económica, entre otras causas.
Los vecinos, “sorprendidos e indignados”
La junta directiva de la asociación de vecinos del centro histórico ha mostrado su “indignación” por la decisión adoptada por la Junta de Gobierno local de suspender la ejecución de las zonas ZAS que conocieron por la prensa. “Estamos sorprendidos, indignados y muy enfadados”, señala la vicepresidenta del colectivo, Tamara Jiménez, que censuró que el Gobierno local haya tomado esta medida a partir de una “valoración unilateral”, como son las alegaciones presentadas por Asunico y “pasando por alto” todas las alegaciones presentadas por la asociación, de las que asegura que “ni siquiera hemos tenido respuestas”. Ahora sienten que el Ayuntamiento de Jerez ha roto de un plumazo uno de los objetivos primordiales de la declaración de zona ZAS como era “aumentar la calidad de vida” de los vecinos de este entorno y conciliar el derecho al descanso y al ocio. Por el contrario, se ven “desprotegidos”. Por ello, para este lunes han convocado una reunión urgente donde determinarán “el camino a seguir”, pero ya advierten de que “esto no se puede permitir”. Tampoco son optimistas en cuanto a la posibilidad de constituir mesas de trabajo con los hosteleros, tal y como propone el Ejecutivo local “pues cuando propuso declaración de las zonas tampoco se contó con los vecinos, siempre se enfocó todo a la hostelería”, señala, tras advertir que “no queremos cerrar bares, como se ha dicho”, sino “descansar” y “que se cumpla la legislación”. “No entendemos por qué se ha suspendido y por qué ha sido así de repente”, concluye.