Ciudadanos, PSC y PP han sufrido más de medio centenar de ataques en diferentes sedes de sus partidos en Cataluña en los últimos meses, destrozos que han ido desde la rotura de cristales, lanzamiento de pintura, huevos y, sobre todo, pintadas en la fachada. En concreto, el partido de Albert Rivera ha contabilizado al menos 17 y los socialistas catalanes y los 'populares' cifran esos incidentes en más de una veintena.
Además, algunos dirigentes de esos partidos constitucionalistas han sufrido escraches, como le ocurrió al presidente del PP catalán, Xavier García Albiol, el día de Sant Jordi cuando regalaba rosas en Badalona; pintadas intimidatorias en su propios domicilios, como la que denunció el secretario de Organización del PSC, Salvador Illa; o carteles y pintadas independentistas en el negocio de la madre de Albert Rivera en Granollers (Barcelona).
Algunos de esos incidentes han tenido detrás los llamados Comités de Defensa de la República (CDR) de Cataluña, que han sido objeto de investigaciones por parte de la Guardia Civil y de la Policía Nacional desde que se inició el llamado 'procés'.
En Semana Santa, los CDR protagonizaron varios sabotajes con cortes de carreteras y la apertura de las barreras en varias autopistas catalanas. La Fiscalía afirmó que esas conductas "ponen en peligro la paz pública, el orden constitucional y la esencia del sistema democrático".
Cs: 17 ATAQUES A SEDES EN LOS ÚLTIMOS OCHO MESES
Concretamente, las sedes de Cs han sufrido al menos 17 incidentes en los últimos ocho meses. Aparte de destrozos como rotura de cristales, lanzamiento de pintura o huevos y, sobre todo, pintadas en la fachada o en la puerta de entrada, se les insulta llamándoles "falangistas", "escoria fascista", "nazis" o "represores", o se les dejan mensajes como "Fuera", "Cataluña libre, Cataluña catalana" o "Libertad para los presos políticos", según ha indicado el partido.
Las sedes de Cs que ha sido objeto de más ataques en los últimos meses son la de Barcelona (cuatro) y la de L'Hospitalet de Llobregat (tres desde el pasado noviembre, doce en los últimos dos años y medio), aunque también se han registrado varios en otros municipios barceloneses y en Lleida. En Hospitalet, muchas veces no encontraban solo pintadas, sino también excrementos lanzados contra la puerta.
A los ataques contra los locales de Cs hay que añadir "un escrache por parte de independentistas" en una carpa del partido en Palamós (Girona) en marzo, y dos incidentes en septiembre que la formación naranja atribuye a Arran, organización juvenil ligada a la CUP: unos "altercados" en la caseta de Cs en la fiesta mayor de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) y la difusión de carteles con los rostros de los concejales de Cs en el Ayuntamiento, animando a increparlos por la calle.
Asimismo, en febrero alguien pintó lazos amarillos --para pedir la libertad de los líderes separatistas presos-- en el domicilio de un afiliado de Ciudadanos en Girona, y en esta misma ciudad aparecieron en octubre unas pintadas con amenazas de muerte contra el presidente del partido, Albert Rivera, y contra la líder en Cataluña, Inés Arrimadas.
Para Ciudadanos, lo grave de estos incidentes es el "señalamiento" que creen que se quiere hacer contra ellos por su dura oposición al independentismo, y en más de una ocasión han dicho que la responsabilidad última de estos actos hostiles es de los políticos separatistas por "generar confrontación" en la sociedad catalana.
PSC: PINTADAS, INSULTOS Y ANÓNIMOS
Desde mediados de 2017, el PSC suma 23 ataques en sus sedes y locales, según el balance que lleva la formación y que ha compartido con Europa Press. La sede central nueva de la formación amaneció en marzo con pintadas en su fachada tales como 'Fuera de Catalunya', 'Puta España' y 'Españoles maricones'. Otros locales han sufrido rotura de cristales o lanzamiento de huevos, y pintadas que acusan a los socialistas catalanes de "fascistas" u "opresores".
Pero no sólo las sedes del PSC han sido objeto de ataques. Los acosadores han ido un paso más allá y las pintadas amenazantes y humillantes han aparecido en los domicilios particulares de representantes del PSC, como le ocurrió recientemente al secretario de Organización del partido, Salvador Illa, cuyo domicilio amaneció con una serie de mensajes grafiteados en la fachada del edificio.
Las pintadas, reivindicadas por los Comités de Defensa de la República, identificaban al PSC con la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña. "Ni olvido ni perdón" por el apoyo de los socialistas a la aplicación del 155, avisan los CDR, que se definen como "ni pasivos ni terroristas: empoderados".
Además de Illa, una docena de cargos del PSC han sufrido pintadas intimidatorias en sus domicilios particulares o lugares de trabajo o recibido cartas anónimas con insultos. Es el caso, entre otros, de los alcaldes de Bagà, Vallirana, Vilamona del Camí, Esplugues de Llobregat, Santa Margarida i els Monjos, L'Hospitalet i l'Infant, Palau-solità i Plegamans, Alfarràs, Òdena y Tiana.
Las redes sociales, que facilitan el anonimato, han sido el escenario escogido por muchos para insultar sin piedad a los representantes del PSC. El primer secretario, Miquel Iceta; la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat, Núria Marin; o la diputada Meritxell Batet, han recibido insultos por esta vía. Otros han sido increpados de manera presencial, como ha sido el caso de la regidora de les Masies de Voltregà y el alcalde de Mollet del Vallès.
PP: MÁS DE UNA VEINTENA DE ATAQUES A SUS SEDES
En el caso del PP, al menos 14 de sus sedes han sido atacadas en los últimos seis meses, algunas de ellas más de una vez. Según ha informado el partido a Europa Press, han sufrido estos incidentes sus sedes de Barcelona, Hospitalet, Badalona, Cerdanyola, Barberà del Vallès, Mataró, Sabadell, Sant Sadurní, Cubelles, Castelldefels, Lleida, Girona, Pallaresos y Valls.
Además, el PP ha cifrado en al menos ocho los escraches o situaciones violentas que han sufrido concejales y representantes del PPC en localidades como El Prat, Cornellà, Vilassar de Mar, Badalona, Sant Fost de Campcentelles, Sant Cugat, Tarragona i Castelldefels.
Hace solo una semana, Albiol lo vivió personalmente en la plaza del Ayuntamiento de Badalona cuando repartía rosas por Sant Jordi y un grupo de personas le increpó al grito de 'fuera, fuera' y exigieron la libertad de los político encarcelados. El pasado mes de diciembre, en plena campaña electoral, la vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy, también fue víctima de un escrache mientras acudía a la inauguración del pesebre de San Fost.