La disolución de Cádiz 2012 tras arrojar pérdidas en los tres últimos ejercicios ha provocado la reacción política.
El alcalde de Cádiz, José María González, recalcó el compromiso con los trabajadores para los que “esperamos tomar la mejor de las decisiones”, aunque matizó que la sociedad "ya no es una herramienta imprescindible del Ayuntamiento. Estamos en 2018 y 2012 cada vez queda más lejos". Por otro lado, fuentes municipales consultadas por Viva Cádiz indicaron a este medio que “se estudiará la naturaleza de los contratos para ver la forma de absorber a la plantilla”, compuesta por poco más de cinco empleados.
Desde el PSOE, el portavoz municipal, manifestó su malestar tras tener acceso al expediente posteriormente a su traslado a la prensa, teniendo en cuenta la repercusión del asunto. Se preguntó “por qué el Gobierno no ha tenido iniciativa que posibilite que no cierre la empresa”. Asimismo, aseguró que “nadie ha comunicado a los trabajadores dicha solución”. Los socialistas “no vamos a apoyar la disolución de una empresa que ponga en peligro a los trabajadores”, concluyó.
Por su parte, el candidato del PP, Juancho Ortiz, manifestó que “estamos en contra de la disolución de la empresa municipal porque técnicamente vemos viable una solución; consignar partidas a la sociedad”. A ello añadió que “no vemos políticamente oportuno disolver una sociedad que ha dado muy buenos resultados para la proyección de Cádiz”.
Desde Cs piden que se traiga la disolución con la liquidación, a la vez que temen que haya una “irregularidad “al haberla anunciado ahora, después de que Ciudadanos haya pedido entrar en la sociedad.
