Rusia, Turquía e Irán anunciaron hoy que mantendrán su "cooperación" para determinar el futuro de la provincia siria de Idleb, el último bastión opositor, así como para erradicar a los terroristas del país árabe.
Según la declaración final de la cumbre tripartita de Teherán, se abordará la situación en Idleb con "el espíritu de cooperación que caracteriza el formato de Astaná", proceso de paz que auspician los tres países.
Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, Turquía, Recep Tayyip Erdogan, e Irán, Hasan Rohaní, se comprometieron asimismo a colaborar "hasta la completa erradicación de los grupos terroristas en Siria".
Precisaron que estos grupos son el Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra, la antigua filial de Al Qaeda integrada ahora en el organismo Liberación del Levante.
También subrayaron que en la lucha contra el terrorismo hay que separar entre los citados grupos terroristas y la oposición armada que acepte un alto el fuego con el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.
La declaración conjunta enfatizó su defensa de la "soberanía, independencia e integridad territorial de Siria" y su convicción de que no hay una solución militar al conflicto.
Por ello, llamaron a un proceso político liderado por los sirios y al establecimiento de un comité constitucional.
La próxima cumbre tripartita, que será la cuarta sobre Siria tras la de hoy en Teherán y las pasadas en Sochi (Rusia) y Ankara, se celebrará en Rusia, según se anunció en la capital iraní.
Durante la reunión de Teherán, surgieron diferencias entre los tres presidentes sobre Idleb, que acoge a unos 3 millones de personas, entre ellas un buen número de desplazados de antiguos feudos insurgentes que ya fueron conquistados por las fuerzas gubernamentales.
Rusia e Irán son los principales valedores del régimen de Al Asad y consideran necesaria la ofensiva contra Idleb, mientras que Turquía apoya a algunos grupos opositores y teme la llegada de una nueva ola de refugiados a su país.
Los tres presidentes llamaron a los grupos armados de Idleb a deponer las armas para prevenir un derramamiento de sangre, del que también alertó hoy la ONU.