Agentes de la Policía Local hispalense, pertenecientes al grupo específico de control de transporte de pasajeros en el Aeropuerto de San Pablo y la estación de trenes de Santa Justa, han denunciado a un taxista de la ciudad por presuntos delitos de estafa y falsedad documental, así como por diferentes cobros abusivos que realizaba a turistas que visitaban la ciudad.
Todo comenzó, según el Ayuntamiento hispalense, cuando un ciudadano de origen asiático contactó con uno de los agentes para denunciar que tomó un taxi en el aeropuerto para que lo trasladara hasta un hotel de la ciudad, ubicado en la zona de Nervión, quejándose del trato recibido por el taxista y denunciando el cobro abusivo de la tarifa, ya que le dijo que debía abonar 35 euros frente al coste de la tarifa real, que es de 22,35 euros.
Este ciudadano aportó a los agentes fotografía del recibo emitido, en el que aparecían los datos del conductor y del taxi, si bien el responsable del vehículo había cambiado la matrícula del vehículo para evitar ser localizado. No obstante, el cliente hizo una fotografía al vehículo en que se apreciaba marca, modelo, matrícula y número de licencia que sirvió para su identificación.
Las investigaciones continuaron dos días después, cuando dos clientes de origen francés subían a este vehículo en el aeropuerto, al que los agentes siguieron hasta la terminación del servicio, que finalizaba en un hotel de la zona norte. Los clientes manifestaron que el taxista les había cobrado 32 euros, por lo que les fue devuelto el importe por encima de la tarifa reglamentaria.
Los agentes tomaron contacto con el taxista, un varón de algo más de 50 años, y le informaron de la puesta en conocimiento judicial de los hechos así como de su situación como presunto autor de sendos delitos de falsedad documental y estafa, así como de la denuncia administrativa por cobros abusivos.
Esta incidencia, por cierto, sucede en un contexto en el que el Juzgado de Instrucción número ocho de Sevilla tiene investigados a los principales dirigentes de la asociación Solidaridad Hispalense del Taxi, con sede en el aeropuerto de San Pablo, y a la propia asociación como persona jurídica, por presuntas coacciones y daños para acaparar la parada de taxis del aeródromo, sujeta a una tarifa única.