El capitán del 'Stolt Tenacity', el barco en el que fueron retenidos ayer seis activistas de Greenpeace, los ha liberado hoy tras fondear en aguas de Algeciras (Cádiz), según han explicado a Efe fuentes del colectivo ecologista.
Un grupo de representantes de Greenpeace en España se ha desplazado al puerto de Algeciras, donde en torno a las 19.00 horas han llegado los activistas liberados a bordo de una embarcación de los prácticos del puerto algecireño y en buen estado de salud.
Fuentes de Greenpeace España han indicado que no ha habido denuncia por la vía penal por parte del capitán del buque, un carguero que transporte aceite de palma.
Estas mismas fuentes apuntan que este buque está “señalado” y que Greenpeace seguirá denunciando la producción de aceite de palma que provoque deforestación.
Según explicó este sábado el colectivo ecologista en un comunicado, el capitán del carguero, con bandera de las Islas Caimán, ordenó el sábado el arresto de los seis activistas, que habían subido a bordo del mismo en aguas del golfo de Cádiz.
El buque se dirigía a los Países Bajos desde la isla indonesia de Sumatra cuando el grupo de activistas originarios de Indonesia, Alemania, Reino Unido, Francia, Canadá y Estados Unidos subieron de forma “pacífica” a bordo con varias pancartas en las que se podía leer ”Salvemos nuestra selva tropical” y “Abandonemos el aceite de palma sucio”, según ha informado la organización ecologista.
En ese momento, el capitán del barco 'Stolt Tenacity' ordenó el arresto de los activistas en un camarote y cambió el rumbo del buque una vez que había llegado a aguas portuguesas para volver a España.
Greenpeace afirma que el cargamento es de la multinacional Wilmar International, principal proveedor de aceite de palma del grupo internacional Mondelez, uno de los mayores compradores de esta materia prima para la elaboración de sus productos.
La ONG denuncia que los proveedores del aceite de palma de esta multinacional han destruido 70.000 hectáreas de bosque tropical en el sudeste asiático en dos años, además de utilizar mano de obra infantil.
Desde Greenpeace alertan de que la deforestación tropical produce más emisiones de gases de efecto invernadero al año que toda la Unión Europea.