Han pasado dos años desde que la agente de la Policía Local de San Roque acudía a su concejala de seguridad, también mujer, para exponerle su situación familiar, situación que le impedía atender a su hija, aún en edad de guardería, y a su madre gravemente enferma.
Su concejala, lejos de escuchar su situación y solidarizarse -ya no sólo como mujer, sino como persona- con el momento tan complejo de la agente, actuó de manera soberbia y arrogante, y nunca se preocupó de ayudar a esta trabajadora que lo que pretendía era una conciliación laboral, totalmente legal, lícita y justa.
Desde el Partido Popular ya denunciamos en prensa y en el propio pleno que era lo que estaba ocurriendo, siempre pidiéndo a la edil de seguridad que dejase a un lado cualquier cuestión que pudiera tener con la agente y accediera a otorgarle lo que con tanto motivo pedía la policía.
Aún no entendemos desde el Partido Popular esta conducta inhumana y prepotente de la responsable de seguridad, ni la complicidad y consentimiento del Alcalde ante esta situación.
Han pasado los años y esta trabajadora tuvo que resolver como pudo su situación, pero el tiempo pone las cosas en su sitio y por fin la justicia le ha dado la razón a quien siempre la tuvo.
En las conciencias de la concejala y del Alcalde quedará el daño gratuito causado a una trabajadora que, lo que pretendía, era cumplir como buena madre y como buena hija.
El daño sufrido es ya irreparable. La madre de la agente tristemente falleció.
Todo esto muestra el lado tan poco humano y solidario de estas personas que desafortunadamente dirigen el ayuntamiento de nuestra ciudad, se llaman socialistas, y además presumen de la defensa de la mujer trabajadora y sus derechos.
Mal ejemplo este.
Nuestro total apoyo a la agente y nuestra felicitación pública por haber conseguido demostrar que tenía su derecho y toda la razón.