Un grupo de investigadores del Departamento Educación Física y Deporte de la Universidad de Sevilla ha diseñado el programa educativo Safe Fall- Safe Schools©, una iniciativa pionera basado en el judo que persigue disminuir el riesgo y la gravedad de las lesiones que causan las caídas hacia atrás en la población infantil a través de la enseñanza de técnicas seguras y protegidas. Si bien es cierto que las caídas hacia atrás no son las más frecuentes, sí son las más peligrosas por el riesgo de traumatismo craneoencefálico que conllevan.
El programa Safe Fall- Safe Schools©, avalado por el visto bueno del Comité Ético del Portal de Ética de la Investigación Biomédica de Andalucía, establece una metodología adecuada a las distintas edades del alumnado, centrada en una progresión por niveles y tipos de caída (hacia atrás, lateral y frontal) en el que el niño, ante una caída, pasa de ser un sujeto pasivo a ser sujeto activo.
El programa está pensado para implementarse en las clases de Educación Física, dedicando en cada sesión de aula entre cinco y diez minutos a realizar ejercicios de asimilación de caídas. Dichos ejercicios han sido diseñados con el objetivo de que los escolares automaticen los gestos de protección necesarios para reducir las consecuencias lesivas ante una caída no intencionada. Se trata de un programa educativo, preventivo y de salud escolar que, basado en el judo, permite enseñar a actuar ante una caída a la población infantil en edad escolar. Estos ejercicios, además, pueden ser extrapolados a todas las prácticas deportivas.
Este programa proactivo responde a la demanda de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto al desarrollo e implementación de programas educativos basados ​​en la investigación de caídas. De acuerdo con esto, aporta una visión novedosa que puede complementar los programas preventivos existentes, actuando activamente sobre el sujeto que se cae y su respuesta ante la caída.
Los estudios llevados a cabo por la OMS establecen como primera causa de muerte en la población infantil los accidentes de tráfico. A continuación, y por orden de importancia y casuística, las provocadas por las caídas no intencionales. Para la OMS, las caídas son un importante problema mundial de salud pública. Para la población en general indica que, anualmente, se producen 646.000 caídas mortales. De esta cifra, los niños y los adultos son los que más riesgo corren.
“En el caso particular de los niños, estudios como los de Esparza y Mintegui (2016), señalan que cada año el 40% de los niños menores de 4 años y el 50% de los niños entre 5 y 15 años tuvieron, al menos, una caída a nivel del suelo, produciéndose el 26% de estas caídas en los centros escolares. A estos datos, podemos añadir el coste económico que supone para un país el gasto sanitario asociado a las caídas. A modo de ejemplo, para Estados Unidos supuso un coste de 58 billones de dólares al año en sanidad asociados a la problemática de las caídas (Miller, Staten, & Rayens, 2005)”, explica el profesor de la Universidad de Sevilla Óscar del Castillo Andrés.
Prácticas seguras en clase
Para este estudio de la Universidad de Sevilla se ha trabajado con 122 escolares, con edades comprendidas entre los 10 y los 12 años, de centros públicos de Educación Primaria de Sevilla capital. En cuanto al sexo, los niños constituyeron el 50,4% de la muestra y las niñas el 49,6%. Asimismo, para la implementación del programa Safe Fall- Safe Schools© se han recogido y analizado datos de una muestra conjunta internacional de cerca de 3.000 escolares, con edades comprendidas entre los 6 y los 17 años de edad.
Safe Fall- Safe Schools© es una herramienta de diagnóstico que estudia la respuesta motora espontánea de los niños en caso de una caída involuntaria. Una vez detectados los patrones más lesivos en una caída de este tipo, vinculados a la repuesta motora señalada anteriormente, se diseña una segunda fase centrada en la enseñanza de unas formas seguras y protegidas de caer.
“La principal recomendación para los profesores y familiares sería que, una vez sensibilizados con el problema de las caídas en la población escolar, no sean indiferentes a ello y favorezcan que sus alumnos y alumnas, hijos e hijas, utilicen el programa para enseñar a automatizar respuestas de protección ante una caída no intencionada”, apuntan los investigadores.
En la actualidad, universidades de Italia, Hungría, Suecia, Dinamarca, Rusia, Suiza, República Checa, Reino Unido, Alemania, Serbia y Chipre han mostrado gran interés en su formación sobre el programa. Para el desarrollo, implementación e internacionalización, la US cuenta con la colaboración de la European Judo Union, la Federación Andaluza de Judo y Deportes Asociados.