Los letrados de los empresarios Alberto Cortina y Alberto Alcocer pidieron que sean absueltos porque han sido “objeto de un intento de estafa” por parte de los hermanos Arnaiz y la documentalista Gloria Álvarez si se prueba que la carta es falsa, lo que a su juicio sigue siendo una incógnita.
En esa misiva, fechada en octubre de 2000 (cuando se inició el juicio contra los Albertos en el caso Urbanor), el socio minoritario Pedro Sentieri admitía que tanto él como el constructor Julio SanMartín conocían la existencia de dos precios para la compra de terrenos de la sociedad Urbanor, lo contrario de lo que afirmaron ante los tribunales.
Los Albertos, a los que exculpa el Ministerio Fiscal, están acusados por los socios minoritarios de Urbanor por los delitos de falsificación de documento privado, denuncia falsa e intento de estafa procesal, entre otros, lo que podría conllevar penas que suman entre cuatro años y cuatro meses y ocho años de prisión.
Durante la última sesión del juicio, que se ha extendido durante siete jornadas, los letrados de los Albertos Víctor Moreno y Juan Casanueva rechazaron las tesis de que los primos diseñaron una trama al sostener que “en modo alguno han participado en el descubrimiento, elaboración ni presentación a la Fiscalía” de la misiva, “ni han inducido a nadie” a ello.
En su opinión, durante el juicio no se ha aportado “prueba ninguna, ni directa ni indiciaria, de la trama, del concierto, de la confabulación de los acusados", porque "sencillamente nunca existió".
También insistieron en que los dos primos siguieron instrucciones de sus abogados cuando firmaron un contrato con los hermanos Arnaiz para la búsqueda de pruebas exculpatorias, cuando se personaron en el procedimiento abierto a raíz de la aparición de la carta contra los socios minoritarios de Urbanor y cuando promovieron ante el Supremo un recurso de revisión de la sentencia condenatoria.
Precisamente por seguir instrucciones del letrado Ignacio Peláez, rechazaron que los dos empresarios hubieran cometido estafa procesal en grado de tentativa.
Por su parte, los representantes de los abogados de los Albertos, acusados únicamente por la representación de Pedro Sentieri, consideraron que deben ser absueltos porque no participaron en ninguna trama para falsificar pruebas y actuaron conforme a las normas de su profesión en la defensa de los intereses de sus clientes.